¿Se viene el beso?

2.2K 84 5
                                    

Holaa!! :D Acá un nuevo capítulo! Qué les parece?

---

POV LALI

Hacía unas pocas horas que se lanzó por internet la venta de entradas para "Esperanza Mía el Musical". Mi corazón no daba más de agradecido a esa gente que, noche a noche, volvía a elegirnos y que gracias a ellos, íbamos a estar pisando escenario en el Teatro Ópera Allianz desde el 3 de julio. Un cosquilleo se hacía notar dentro mío porque llegaría el tan ansiado beso entre Esperanza y Tomás. Hace días que nos venían torturando con esa pregunta que hasta el momento no podíamos contestar a pedido de la producción. Se supone que iba a ser una sorpresa pero las fans siempre van un paso más adelante que nosotros y descubren todo.

Ayer le tocó dar una entrevista a Mariano con Catalina. Era por radio así que en ese sentido, se hallaba más cómodo. Pero hoy comenzaba una especie de exclusiva. Esta vez con la genia de Mariana Fabianni. Nos armaron un móvil y parecía más bien una charla de amigos más que algo formal.

Me la pasé tentada la mayor parte del tiempo porque Marian, para equilibrar sus nervios, se ponía a jugar con el micrófono. Tenía alma de niño. Hablamos acerca de nuestros personajes y también de nuestras vidas.

Seguramente nuestras caras de asombro habrán hecho reír a más de uno cuando nos enteramos en vivo de que ya casi estaban siendo agotadas las entradas para las primeras funciones del teatro. Suar estaba convencido de que esto venía, por eso ya nos lo había adelantado. Nunca pensé que se concretaría con tanta intensidad. Él siempre tiene visión a futuro. Y hoy nos avisó que vayamos preparándonos porque, de acuerdo al público, se irían sumando nuevas funciones.

Mariano y yo sólo hicimos la mímica de los animales de adorno que suelen ir en la parte trasera de los autos que mueven reiteradamente la cabeza como si estuviesen asintiendo. Me divertía tanto jugando con él.

Mariana nos confesó que su hija Matilda ya es fan de la historia. Me daba una alegría inmensa que toda la familia pueda reunirse a ver una comedia. Algo que hace tanto tiempo no sucedía.

Me conmovió que Mariano hablé con palabras tan dulces respecto a todo el elenco, incluyéndome.

-Sí, mi hija Olivia, que tiene cinco años y medio –le corrigió ese detalle a Mariana. – me pregunta "Papá... papá... ¿hoy hay colegio? Sí, ¿por qué? Le digo. No sé desde cuando te interesa ir... Ah, porque cuando hay colegio hay Esperanza Mía".

Ante eso sólo pude admirar lo buen padre que es con sus hijos. Me debía la promesa que me hizo de traerla un día a las grabaciones. Era una princesa esa nena. Sacó la belleza de Juliana, y los ojos de su papá.

-¿No se pone celosa tu hija, Mariano? –dijo uno de los panelistas.

-No. ¿Por qué lo haría? Además hago de cura. –soltó entre risas.

-Claro, pero como es una historia de amor, en algún momento habrá beso.

-Sí, pero no me beso todavía. –repitió Mariano nervioso. –Además, mi hija la tiene re clara. Más que yo incluso.

-Ah, eso es grave Mariano –inquirió Mariana. –Entonces... ¿Se viene el beso? Queremos saber...

Nos dirigimos una mirada entre ambos. Fue imposible que nos crean.

-MMM... no sé –Mariano se encargó de dejar la duda. Más confirmando que aclarando. –No se puede decir.

-Sólo podemos decir que hay dos momentos que son una BOMBA en la obra... sólo eso. Pero sí, todo puede ser...

Eso era un sí.

-¿Y Benjamín, Lali? ¿No es celoso?

-¿Quién? ¿Benja? –volví a preguntar sonando despreocupada. –Para nada –mentí, volviendo a mi mente nuestra discusión.- El conoce cómo es esto. Está acostumbrado.

-Es que...¡ actuas con semejante bombón! –dijo sincera Mariana a lo que todos reíamos con buena onda.

-¿Vos decís por Mariano, que está tallado por el mismo Jesús?

Inconscientemente acaricié con una de mis manos su pecho. Noté cómo se tensaba aguantando la respiración. Otra vez la misma situación. En algún momento tendríamos que hablar de esto ante la gente, pero todavía prefería esperar a que esté todo resuelto respecto al divorcio.

-Disculpame Mariano, pero yo fui a un colegio de monjas, y ningún cura era tan lindo como vos. –reí y pude notar un brillo en sus ojos.

-Ay, cómo se quieren –la voz dulce con la que Mariana dijo eso nos desconcertó. Somos actores, se supone que tenemos que saber disfrazar esto.

-No tuviste esa suerte, entonces. –comentó Marian, siguiéndome el juego.

-Bueno chicos, sabemos que están a full con las grabaciones así que los dejamos para que sigan trabajando. Muchísimas gracias por su tiempo. ¡Éxitos!

POV MARIANO

Terminó la entrevista y ya estábamos yendo para los ensayos. Me estaba acostumbrando a esto de tener que levantarme y pasar veinte de las veinticuatro horas junto a Lali. Aunque traía sus consecuencias. No me aguantaba. Cada vez se me hacía más difícil fingir que no me pasaba nada. Admiraba su capacidad de seguir adelante como si nada. Se prendían las cámaras y tan sólo era Lali Esposito, la actriz. Toda una profesional. Agradecía que las escenas entre Tomás y Esperanza vayan marcando una cercanía, que cruza entre la culpa y el deseo contenido. Tampoco me era favorable la decisión que tomamos con mi Lala respecto al musical. Era contradictorio. Como un juego, y ella siempre salía ganando.

Se nos ocurrió que esperaríamos al estreno para llevar adelante el tan ansiado beso. Ansiado en verdad por todos. Incluyéndome. Creo que lo esperaba incluso más que mi querido Tomás. Nos limitábamos a quedarnos a escasos milímetros durante esa escena. Podía percibir cómo se aceleraba la respiración de Lali cada vez que eso pasaba, pero más me concentraba en mantenerme al margen y no caer en la tentación de romperle la boca ahí delante de todos. Estaba permitido ¿no? Pero ella tenía razón... si nos dejábamos llevar no habría forma de seguir con nuestro secreto. Si bien, era un secreto a voces. De vez en cuando, escuchábamos con diversión algunos comentarios que nos regalaban nuestros compañeros. Claro, nunca podían confirmar nada. Aparte, todos somos respetuosos. Las cargadas se vendrían después. Nos quedaba disfrutar mientras tanto. O eso creí.

-Las ganas que se tienen ustedes... -escuché decir a Ángela entre risas. –Bien que aprovechan las grabaciones, eh. A mi no me joden.

-No todo pasa por las hormonas, amiga –le respondí viendo cómo se peleaban con sus teorías con Franco. –Es obvio que ustedes lo ven así por su edad. Y me parece perfecto.

-Cómo voy a disfrutar cuando te gane, Masini. Vas a ver.

-¿Ganar qué? –quise saber.

-Nada, boludeces de esta cabeza anaranjada.

No me aguanté la risa al ver cómo Franco despeinaba sin piedad a Ángela.

-Pasa que apostamos sobre ustedes.

-¿Cómo?

-Eso. Que ella "siente" –dijo Franco haciendo comillas en el aire –que entre ustedes hay algo y que si es que no lo están ahora, van a terminar juntos.

-¿Ah sí?

-Pero por supuesto –el convencimiento de Angelita me daba miedo y al mismo tiempo mucha risa. Su emoción parecía la de un dibujo animado. –Y este tarado apostó al bando contrario diciendo que es sólo actuación.

-Igual... yo te banco, si te la llegas a comer a la petiza. Sos un crack.

-¿Perdón? ¿A quién le estás diciendo petiza vos? –la voz de Lali me sacó de mis pensamientos. Justo tuvo que escuchar ese comentario. Su punto débil. -Mira que yo te bancaba a vos con tu peinado de recién levantado, pero ahora me fallaste flaco. –su mano derecha tomó la mía y me arrastró hacia el pasillo. –Vos, venís conmigo.

Tu tierra y tu cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora