Tu tierra y tu cielo

Secretos

Buen día! Me alegra saber que aún quedan Marialis firmes que creen en su amor.

Gracias por leerme.

Espero les guste!

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POV LALI

Miré una vez más a la hilera de papeles abollados en el piso de mi sala de estar. No sentía ningún bloqueo a la hora de escribir, me permito darme mis tiempos pero ahora temía por dejar ver más de la cuenta. Debía concentrarme en el amor Tomanza.

Tomanza, Lali. Repetí. Pasó lo mismo con "Júrame".

Y sí, ambas canciones tenían de protagonista al mismo ser.

-¡Bueeeeen día!

Dejé el mate sobre la mesita a mi costado al lado del termo de mi amada Frida.

-¿Así es como recibís a tus hermanos, peti?

No entendía muy bien qué estaba haciendo mi hermano con dos bolsas de facturas en cada mano y esa sonrisa tan genuina.

Lo abracé contenta de verlo después de unos días. Amo las sorpresas y ésta es una de ellas.

-¿Cómo entraste?

-Me extraña, soy tu hermano. El portero nos dejó pasar.

-¿Quién más vino con vos?

-Tíaaaaaaaaa –escuché esa vocecita que tanto adoraba. Sólo cuando vivía estos momentos me daba cuenta de cuánto extraño a mi familia. Incondicionales es la palabra.

Lo alcé con fuerza para después dedicarme a morder esos cachetes tan suyos.

-Estás enorme, mi amor. Ya me vas a pasar en altura.

-Y... no es muy difícil eso, Lala.

Reí. No hay hermandad sin bullyng. Cariñosamente hablando.

-¿Qué estabas haciendo? –preguntó Anita mientras se tiraba en el sofá de detalles florales. -¿Y ese cuaderno?

-Cositas. Boludeces...

-¿Puedo jugar tía? –miré a Santi agarrando los papeles que había tirado una media hora antes en el suelo. Asentí apenas comprendí las intenciones de mi sobrino.

Comenzó a atacar a su tío hasta que Pato lo sostuvo en brazos haciéndolo girar en el aire entre carcajadas.

-Dale, Lali. ¿Qué estás escribiendo? ¿Es algo del nuevo CD?

-Tengo que crear una canción para el libreto nuevo que están armando para diciembre... algo tranqui. Una canción de amor...

-Mira cómo estás, te pusiste colorada Lali. ¿Qué te hicieron? Mi hermana ruborizada. Cosas de no creer.

-Pasa que es sorpresa, Mariano no sabe nada. Quiero que él sea el primero en leerla... 

-Tíaaaaaaa, estamos hablando con el tío Marianoooo –escuché gritar a mi morocho hermoso.

¿Marian? ¿Mi Marian?

-¿En qué andan ustedes dos? ¿Qué Mariano?

Santino comenzó a reír sin parar tapándose la boca con sus dos manitos, como siempre hacía cada vez que se manda una macana.

Esto no estaba teniendo sentido.

-Estoy hablando con Mariano, pero es un amigo.

-Tío Mariano –volvió a cantar mi sobrino. –tío Ma – ria – no.