Traspasar la ficción

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Holaaa !! Espero les guste el capítulo! Se acerca el musical...  Qué les parece?

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POV MARIAN

Caminé junto a Lali sin poder contener mis ganas de tomarla por la cintura. Creo que por ese pequeño gesto nadie diría nada por la simple razón de que solíamos mostrarnos cariñosos entre sí entre todo el elenco en general. Había aprendido de algo que me comentó Lala, que si queríamos pasar desapercibidos, nuestra forma de ser tenía que ser la misma que de costumbre. Me consideraba un tipo bastante tímido en cuanto a hacer pública mi intimidad pero esta mujer en miniatura despertaba un conjunto de sensaciones nuevas que sólo me instaban a querer hacer saber a todos que ella era mía. Decirlo así suena un poco obsesivo pero jamás quitaría esa libertad y soltura que caracteriza a Lali. Siento que con Amadeo hacía largo tiempo que se encontraba apagada y encerrada dentro de una relación que cayó en la costumbre. Tal como me pasó con mi ex mujer. Ya había hablado con mis abogados respecto al tema y hoy se lo haría saber con toda la delicadeza de la que soy capaz, por el bien de nuestros hijos.

-Estás pensativo –murmuró Lala mirándome mientras esperábamos a Suar. –Bueno, te cuento que yo también aunque viste que no puedo estar mucho tiempo sin permanecer callada. –soltó una risita nerviosa - ¿te acordas? Hace unos meses atrás estábamos acá, en esta misma oficina esperando... así como ahora a punto de firmar lo que sería el proyecto de nuestras vidas...

-Como dijo el Chueco... estaba escrito ¿no? Pensar que él tenía el proyecto en mente hace unos años y no se daba hasta que ahora... bueno, es el culpable de que me haya enamorado de vos, Lala.

Entrelazó sus dedos con los míos en un apretón cómplice que se esfumó apenas apareció en escena Suar con esa energía tan característica. Nuevamente, tenía unos papeles en sus manos.

Como si fuese un déjá vu.

-Mi chiquita hermosa, Lali ¿cómo estás?

-Bue, basta con lo de chiquita, che. No me recuerden todo el tiempo mi estatura –rio otra vez contagiándonos. No podía despegar mis ojos de ella y creo que Suar lo notó.

-No saben cómo adoro la química que tienen. Traspasan la pantalla... y cómo me gustaría que también a la ficción.

Lala tomó otra vez mi mano entre las suyas con la seguridad de que no nos verían porque el escritorio imponente delante nuestro nos cubría. Tragué en seco frente al comentario de Suar. ¿Acaso sabía algo?

-Che, ¿qué pasó? ¿Por qué esas caras? –siguió de lo más natural. –No me hagan caso. –se cruzó de brazos luego de dejar frente a nosotros una carpeta que tenía un título en negritas: ESPERANZA MÍA, EL MUSICAL. –Como ven... no sólo yo adoro ese amor que se tienen entre ustedes como compañeros y parejita de ficción... y ya que recibo tantas quejas día a día de sus fans porque no les regalo el tan ansiado beso entre Tomás y Esperanza... vengo a ofrecerles la idea de un musical, por eso necesito su opinión. Los escucho –dijo triunfante.

-Pero... Adrián –comencé sin despegar mi vista del título frente a mis ojos –si nos estás mostrando esto es sólo para que te demos el OK. Ya está todo más que arreglado, supongo. Me acuerdo que cuando firmamos el contrato, esto ya estaba entre tus planes a futuro. ¿o me equivoco?

-Desde ya –me apoyó Lali con una sonrisa gigante. Conociéndola, estaba más que feliz respecto a la idea. -¿Pero cómo sería un musical de Esperanza Mía? Jodeme que me lo vas a poner a bailar a Marian –dijo entre risas a lo que me puse más nervioso de lo que ya estaba.

-Les dejo esto acá para que le peguen una mirada. Necesito saber si están bien de tiempos y fechas. Lali, ya sé que terminaste con tu A Bailar Tour, estaba esperando eso para que no tengas ninguna posibilidad de decirme que no. Sabes que no acepto una negativa como respuesta. Y este es TU año. No sabes el orgullo que me da verte crecer. La estás rompiendo, mi chiquita. Ya sé que no sos más una nena pero siempre vas a ser mi Daniela Costeau. ¿sabes? Por eso, estoy a tu disposición –Adrián no podía disimular el cariño que le guarda a Lali pero era cierto todo lo que acababa de decir. Su carrera cada vez iba más en ascenso, no tenía techo.

-Yo... -dije esperanzado. –Yo quiero probar. Claro está que me imagino que no me van a poner a bailar porque te llevo a la quiebra, Suar. Pero, apuesto por este proyecto...

-¡Así me gusta! De verdad, las fans van a estar más que encantadas de poder tener a metros de distancia a sus ídolos, brillando en las tablas del Ópera Allianz.

-AH, listo. Más que decidido –suspiró Lali. –Ya lo tenes todo más que seguro, Adrián. Especial para las vacaciones de invierno. Tengo una pequeña duda...

-Te escucho.

-¿A qué te referías específicamente con traspasar la ficción?

-Me extraña Lali que me lo preguntes. –Rio –Quiero decir que no me conformo con que esa química quede cruzando la pantalla. Deseo que la gente sea parte de esto que generan ustedes pero en vivo. ¡UNA BOMBA! Además de que... bueno, detalles mínimos... -continuó sin darle mucha importancia al asunto –como el beso... ¿dije beso? Bueno sí. Tiene que ser EL BESO.

POV LALI

Suar nos dejó solos brindándonos un cierto tiempo más para charlar que para decirle que sí al proyecto porque ya lo daba por sentado.

El argumento venía interesante:

El famoso coro del Convento Santa Rosa tendría la posibilidad de participar en un concurso y, en caso de ganarlo viajar a Roma y cantar frente al mismísimo Papa Francisco. Siguiendo la línea de la novela, Genoveva y sus aliadas harían de las suyas para evitar que brille Esperanza pero como siempre, tanto sus Hermanas cómplices y su amado Padre Tomás la ayudarían y el bien triunfaría como todo cuento de hadas.

Era cierto lo que planteó Suar, se venían dos momentos que darían de qué hablar. Tenía sentimientos encontrados frente a eso pero ya tendría oportunidad de hacerle mis preguntas. Confiaba en aquello que escribieron los encargados de dar vida a este musical pero no entendía la cuestión de que Esperanza se entere de que Clara, lejos de ser monja por vocación, se entregó al Señor después de haberla entregado a Blanca Albarracín, quien la había cuidado desde el momento en que llegó al mundo. Esa era la primera BOMBA. Los fans se enterarían de este pequeño detalle mucho antes que en la ficción. Seguramente, algunos estarían enojados. Y creo que tienen motivos suficientes. Viven la historia día a día esperando hasta que llegue ese capítulo y acá lo van a tener en vivo y en directo sin filtro alguno. ¿La segunda BOMBA? El beso. El tan ansiado beso.

Como una cadena de sucesos, luego de que Esperanza se entera de la verdad, corre sin rumbo fijo a lo que Tomás, desesperado sale a su encuentro luego de pasearse angustiado por toda la ciudad. La encuentra sentada y triste en un callejón a lo que verla llorar puede más que todos esos años de dedicación a Dios y su vocación queda en un segundo plano, abrazándola. Sabe que una vez que la acuna en sus brazos, el amor y deseo por su tan amada Esperanza ya no podrá volver atrás.

-¿Cómo que hay un amague? –digo abriendo los ojos de manera exagerada dejando de leer el guión ante Marian que no aparta esos ojos verdes de mí. –Ah, no. Que no se queje Suar si después tiran abajo el Ópera. Está jugando con los sentimientos de la gente.

-Dale seguí –me alienta con una sonrisa divertida.

Luego de que ambos personajes están a escasos centímetros, casi rozando sus labios, Tomás recobra la compostura y se aleja. Esperanza, atónita en un comienzo, cobra fuerzas y sabe a su encuentro enfrentándolo hasta llegar junto a su amado sacerdote. Después de girarlo, se miran con todo el amor contenido a lo que, sin esperar más, la novicia toma su rostro entre sus manos y se funden en un largo beso que debe desbordar, sin decirlo con palabras, toda la pasión que creció entre ellos desde el día en que se conocieron en el colectivo que los llevaba hacia Buenos Aires.

-¿Y? –Suar cerró la puerta entrando con una factura en una mano. Por la sonrisa que reflejaba su rostro, sabía que habíamos aceptado.

-¿Dónde firmamos? –concluyó Marian.

Tu tierra y tu cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora