Holaaaa!! Acá les dejo el capítulo de hoy!! :D Gracias por leerme, se los digo de corazón! :D Espero les guste!
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POV LALI
Sentía que algo temblaba sobre la piel de mi mano. Juraba haber escuchado una música lejana. Todavía desorientada entreabrí mis ojos sin ver nada. El lugar estaba oscuro y eso me impedía reconocer dónde estaba. Miré mi celular.
Tenía una llamada perdida y la imagen de Mariano en la pantalla me indicaba que se trataba de él. Apenas vi que eran las cinco de la mañana pegué un salto concentrándome para caer en la cuenta de que estaba recostada en una cama que no era la mía.
Miré a mi costado y me encontré con la espalda de Benjamín a unos centímetros mío. ¿Qué hacía yo acá?
Busqué mis zapatos y salí del cuarto sin hacer el menor ruido posible. Quería llamar a Mariano. Necesitaba hablar con él pero no podía a estas horas. Quería hacerle saber que ya había dado el primer paso. Sonreí ya despierta del todo cuando tuve en mis manos las llaves del departamento de Benjamín. Abrí la puerta pero a causa de los apuros se me cayó mi bolso. Me quería matar.
-¿Lali?
Seguía sin mirarlo. Pero cerré la puerta resignada.
-Lali, son las cinco de la mañana. ¿A dónde vas a ir a esta hora? Es peligroso.
-A mi departamento. ¿Me podés explicar cómo fue que llegué a parar a tu cama?
-Antes no te molestaba quedarte a dormir conmigo... -suspiró con un dejo de tristeza en la voz que me hizo sentir culpable. –Después de que me fui a caminar, me di cuenta que te necesito en mi vida. Como sea... y que principalmente siempre fuimos amigos... y volví acá con la idea de que podamos hablar y apenas llegué te vi dormida sobre el sofá con tu teléfono en la mano. No sé cómo no te despertaste con las llamadas de ese viejo. Qué pesado que es.
-¿Cómo sabes eso? ¿Me estuviste revisando las llamadas, Benjamín? ¿Qué te pasa?
-¿Te podes calmar? Mariano no es un santo, Lali. No sé por qué será que te llama tan tarde. ¿O me vas a decir que pasan letra de los guiones a la madrugada? No Lali. No me tomes por estúpido. Pero aunque ahora vuelva a tener bronca, cuando te vi ahí dormida... lo único que me nació fue llevarte en mis brazos para que descansaras. Nada más. No hicimos nada, si eso es lo que tanto te preocupa. –la sequedad de sus palabras me sorprendían cada vez más.
-Mejor me voy. Cuando estés dispuesto a hablar, sabes que estoy. Pero si te vas a poner así, te juro que será mejor que quede todo como está ahora. No te entiendo para nada.
-¿Por qué no te vas a acostar y yo me quedo acá en el sofá? Mañana te llevo temprano a Polka y listo. No tiene sentido que andes como una loca paseando por las calles.
-Me sé cuidar, Benjamín. Pero si eso te pone tranquilo... Dejá. Me quedo acá en el sofá. ¿Contento?
POV MARIANO
Llegué temprano a Polka porque hoy iríamos a grabar a exteriores. Había estado intentando comunicarme con Lali varias veces desde anoche y me estaba preocupando que no me respondiera. Incluso fue raro que me haya cortado la primera llamada.
Me quedé en la camioneta esperando a que desvíen un poco a las fans que día a día solían instalarse en las puertas de la producción como un rito matutino con tal de conseguir alguna foto con sus ídolos. Eso me significaba que Lali todavía no había llegado.
Choqué mi puño contra el volante de mi vehículo cuando vi quién sostenía la puerta del coche del cual estaba bajando Lali. MI Lali.
Benjamín quiso darle un beso a lo que ella desvió su rostro cerrando de un portazo el auto metiéndose lo más rápido que pudo hacia Polka. No alcancé a escuchar lo que el rubio le dijo pero la cara de mi chiquita me hizo saber que algo había pasado.
No esperé a que se fuera que corrí detrás de Lali. Lo ignoré al pasar a su lado, sin ni siquiera detenerme a reconocerlo porque de ser así no habría respondido. Si él es el motivo por el cual Lali tenía esa cara no sabría reaccionar de manera razonable si bien no soy para nada una persona violenta.
Llegué justo a tiempo antes de que cerrara la puerta del camarín. Eso me daba la idea de que en verdad estaba desganada porque ella siempre es la energía en persona. Nunca le puedo seguir su ritmo. Pero hoy...
La tomé del brazo y en un primer momento se asustó hasta que se encontró con mis ojos y nos encerró en ese lugar donde podríamos tener un poco de privacidad.
-Mi amor, ¿qué pasó? –pregunté sintiendo cómo sus brazos me apresaban con fuerza. Hundió su cara en mi campera. Podría jurar que estaba conteniendo un grito. Nos separé tomando su rostro entre mis manos, necesitaba tranquilizarla.
-Perdoname. Perdoname –sollozó, totalmente presa de una angustia. –Perdoname por lo que viste, mi amor. No es lo que parece, te juro que...
-Sh –la callé acunándola con todo el cariño del que era capaz de desprender de mi interior por ella. –No vi nada. No pasa nada. Sé quién sos, Lala. Lo único que noté fue esa tristeza en tus ojos y no sabes cuántas veces tuve que contar hasta diez para no ir y enfrentarme a Amadeo. Quiero saber qué te dijo o hizo pero eso a su momento. Lo que menos me interesa es ese estúpido ahora. Me importas vos. Por favor –supliqué viendo que aún seguía alterada –Lali no tenés nada que explicarme a mí. Confío en vos. ¿Por qué dudaría de tus palabras? Sabía qué era lo que se nos venía. Nadie dijo que sería fácil...
-Ay, te quiero... -dijo mirándome a los ojos. Sabía que me amaba tanto como yo a ella pero hasta que no estemos en completa libertad ella no me diría esas palabras tan hermosas y sinceras que se pueden regalar dos personas que se aman con locura. –Te quiero. No sabes cuánto te quiero.
No necesitaba de palabras para creerle a Lala. Me fundí en sus labios callándola de un beso. La oí suspirar a la vez que dejaba caer sus brazos a los costados rendida ante la intensidad de mi amor hacia ella. Enredé mi lengua con la suya atrayéndola hacia mi pecho lo más que podía. Nunca tendría suficiente de Lala. Siempre sería así con ella. Acaricié su espalda con pasión y ternura hasta que ella se despegó de mí para recobrar fuerzas.
Me regaló una sonrisa única, dejando ver esos dientes perfectamente blancos que siempre intentaba esconder porque creía que eran enormes. ¿Acaso no podía ver con mis ojos lo hermosa que es?
Volví a abrazarla aprovechando que su humor estaba volviendo a surgir. Comencé a hacerle cosquillas. Eran su debilidad. No se pudo aguantar mucho tiempo hasta que soltó un par de carcajadas que me vi obligado a silenciar porque alguien nos escucharía. Qué mejor que un beso de sus labios y escucharla reír desde el fondo de su alma. No existía algo mejor.
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Tu tierra y tu cielo
FanficDesde que Mariano Martínez y Lali Esposito comenzaron lo que sería "Esperanza Mía" todo cambió. El amor entre Esperanza y el Padre Tomás, sus personajes respectivamente, llegó a cobrar vida en ellos, también en la realidad. En un comienzo ambos est...