Tu tierra y tu cielo

Yo sé, te enseño

Holaaaa!!

Perdón la demora! La facultad me secuestró esta semana!!! Espero les guste el capítulo ante la sequía que nos regala Suar... Quiero saber qué opinan!

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POV LALI

Mariano y yo no podíamos pasar tanto tiempo separados, existía casi una necesidad asfixiante de estar pegados uno al otro. Nos estaba costando bastante seguir el hilo disimulando fuera de cámaras por lo que apenas acababan las grabaciones del día él venía a mi departamento o nos quedábamos unas horas dentro de su camioneta frente al mío perdiendo la noción del tiempo.

Hoy habíamos llegado juntos a Polka y el resto del elenco ya ni se molestaba en hacer algún tipo de comentarios. Era temprano y debíamos estar listos para grabar en exteriores.

Como de costumbre, algunos fans fueron corriendo la voz y ya estaban plantados con algún que otro cartel y cámara en manos para presenciar nuestros movimientos.

Por esta misma razón los de producción habían tomado la decisión de intercalar algunas escenas para despistarlos y que no descubran de qué iba la historia, sino se pierde la magia aunque es entendible que quieran saber cuándo pasará lo del beso.

Repasé el guión mientras esperaba a que Marian se vistiera en el motorhome. La escena se venía cargada de angustia por parte de nuestros personajes. Volteé a mirarlo y lancé una mueca parecida a una sonrisa cuando señaló el cuello de su camisa abierta. Sí, no había alzacuellos por un tiempo breve.

-Abrigate, hace frío Lala –me quitó el cuaderno de mis manos sintiéndolas heladas –Dale, no quiero que te resfríes.

-Pareces un viejo, un viejo loco –sonreí sacándole la lengua.

-Seré viejo loco pero tuyo.

Lo vi irse con las manos en los bolsillos. Era cierto, un día bastante frío. Ayudaría a la escena. Pobre Espi, pensé. Después de tantos momentos hermosos que viviría con Tomás que grabaríamos en unos días, ella se encuentra con su amor y la ilusión que refleja en su rostro se difunde apenas él comienza a explicarle cómo son en realidad las cosas.

Volví a sacarle la lengua a Mariano que me miraba divertido desde un asiento en la plaza cercana a donde siempre solíamos ir entre los descansos. Él estaba esperando a que no pudiese manejar una bicicleta con mis plataformas pero ni iba a darle el gusto. Practiqué varias veces dando unas pequeñas vueltas hasta que llegué a su lado.

-¿Y? ¿Qué decías?

-No hay nada que te detenga a vos, Lala. Me sorprendes día a día. –confesó cuando me senté junto a él. Ignoré el hecho de que sentía unas miradas por parte de algunas fans. Cuando estaba con él, no podía no perderme en esos ojos.

-Está usted muy serio señor viejo loco –dije con voz grave.

-Basta con lo de viejo loco, pendeja.

-¿Pendeja?

-De mi vida.

Comencé a hacerle caras para que se riera. Sabía que no quería hablar del tema y por eso me evadía la cuestión divorcio y Juliana. Ya tendríamos tiempo para charlar sobre eso que tanto lo angustiaba.

-Sos muy graciosa, además.

-Vamouuuu –grité cuando por fin logré una carcajada.

-Chicos, a sus posiciones –escuchamos decir.

Mariano me esperaba sentado en el mismo banco y yo sólo intentaba no caerme al piso con bicicleta y todo teniendo delante esos ojos que me miraban con tanto amor.