Tu tierra y tu cielo

JÚRAME 2º PARTE

El último por hoy... BOMBA !! 

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------

POV LALI

El show fue increíble. Lo disfruté tanto. Jamás me sentí tan mujer y deseada bajo la mirada de alguien. Sentí los ojos de Mariano fijos en mí todo el tiempo. Mis manos temblaban al saber lo que podría pasar.

Lo provoqué.

Jugué con la canción que había escrito para Benjamín. Se la entregué a otro hombre. Mariano me hacía sentir diferente.

Subí una foto nueva a mi cuenta. Necesitaba estar segura de lo que iba a hacer. Quería decírselo. Minutos más tarde, tenía un aviso de que le había gustado la foto. Ahora o nunca.

Golpearon la puerta. En este momento me vendría bien un poco de chocolate. Era una costumbre que solía realizar mi hermana y me encantaba.

-Lala. –escuché cuando asomé mi cara fuera del camarín.

Me equivoqué. Pensé que era alguien de mi familia.

-Lala –repitió mientras cerraba con fuerza la puerta. Acarició mi cara con una de sus manos mientras que con la otra me acercaba más a su pecho. Sus labios chocaron con los míos con fuerza buscando aprobación. Mordí su labio superior. Necesitaba hacerle saber todo lo que causaba en mí. Me colgué a su cuello haciendo puntas de pie. Sus brazos se enredaron en mi cintura alzándome unos centímetros para estar más cerca. Nos separamos para recobrar el aire y lo escuché suspirar.

Abrió esos ojos verdes cielo que me quemaban por dentro. No pensaba dejarlo ir. No entendía cómo habíamos llegado a eso pero tampoco quería saber. Mariano comenzó a dibujar una línea de besos sobre mi cuello, haciéndome olvidar hasta mi nombre mientras mis manos acariciaban la piel de su espalda bajo su camiseta blanca.

-Lala. Lala. –Suspiró.- Mi Lala.

POV MARIANO

No pude aguantar más tiempo. Necesitaba probar esos labios que ya conocía de cuando habíamos grabado "La pelea de mi vida". Pero no se trataba de eso. No quería un beso de ficción. Quería a Lali.

Pregunté dónde se encontraba su camarín y seguí la dirección. Escuché su voz y fue todo lo que me hizo falta para encerrarla entre mis brazos y la puerta. Su perfume me estaba volviendo loco. Todavía llevaba uno de esos conjuntos diminutos que usó en el show. Me hacía mal verla así. Sin pensar en las consecuencias, me adueñé de su boca. Ella me respondió con toda la intensidad que nos veníamos acumulando. Jugué con sus labios que me sacaron una sonrisa cuando vi lo hinchados que habían quedado por mi culpa. Mi Lali era un fuego en todo sentido. Y me hizo perder la cabeza sentir sus pequeñas manos bajo mi remera. La estreché contra mi pecho hasta que necesité separarme para respirar después de que mordiera mi labio superior.

Podía perderme toda la vida en sus ojos intensos. En ella.