Seguir, amar, sufrir

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Uno más! :D Leo sus opiniones!!

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POV MARIANO

Era la oportunidad. La madrina de Oli se había llevado a los chicos a pasar el día juntos. Desde la noche anterior que estaban más que entusiasmados, mi princesa ya estaba decidiendo qué vestido ponerse, heredó su costado puramente femenino de Juliana y Milo se acostó a dormir abrazado a su muñeco de Woody. El amor que sentía por ellos fue lo que me dio la fuerza necesaria para encarar esta situación una vez más.

-Juli -dije entrando despacio a nuestra habitación. Ella se estaba arreglando. Por lo visto, iba a salir. -Te tengo que decir algo.

-Yo también tengo unas cosas que decirte a vos, qué casualidad.

-¿Por qué me hablas así? Necesito que estemos tranquilos. Es un tema serio...

-¿Serio? ¿Qué tiene de serio que andes detrás de una pendeja de veintitrés años dejándome a mí sola con nuestros hijos? ¿Siempre va a ser así la historia, Marian? Avisame así sé qué cara tengo que poner cuando me digan que soy la cornuda del año.

Escondí mi cara entre mis manos implorando a Dios que me diera la paciencia necesaria. Por mis hijos, el amor hacia Lala y el respeto a mis años de felicidad junto a esta mujer que cada vez desconocía más.

-¿Qué metés a Lali en esto?

-Claro que la meto, si es la culpable de que esto se rompa, Mariano. ¿O te pensas que soy estúpida? Quién sabe desde hace cuanto que se vienen riendo en mi cara y en la del otro muchacho. Perdoname que te diga, pero son unos egoístas.

-Porque me educaron como un verdadero hombre no te voy a alzar la voz. Me conoces perfectamente... y no podes decir que soy un padre ausente y mucho menos que te engañé. Ni con Lala ni con nadie. Deja de incluir gente como excusa. Esta charla ya la tuvimos más de una vez, y siempre llegamos a lo mismo.

-En esto estoy de acuerdo, en que siempre terminamos en Lali, o Lala como la llamás vos. Te tiene envenenado, por favor, reaccioná.

-Baja la voz, que nos pueden escuchar los vecinos. Lo que menos quiero es que se arme un bardo otra vez.

-¿Que escuchan? ¿Que escuchen cómo me dejaste por una calentura?

-No se puede hablar con vos así. Hace unos días ya tuve una reunión con nuestro abogado, el que llevó la separación la vez anterior. Que... bien sabes que no me dejo llevar por rumores porque conozco los riesgos de ser alguien mediático pero, no hace falta que te recuerde el motivo por el cual me fui. Y en ese entonces, ¿tenes cara para incluir también a Lali? Me hayas engañado o no, nunca pienso ni quiero llegar a confirmar eso porque ... no sé... no por mí, sino por mis hijos Juliana. -resoplé asustado de que me vuelta a agarrar un ataque como aquella vez. Esos eran recuerdos que necesitaba que se esfumen pero como fantasmas siempre regresaban cada vez que ella intentaba injuriar contra Lali.

Vi cómo volvía a su actividad anterior. Sentaba en una esquina de la cama pero esta vez se quitaba los zapatos. Nos arruinamos la noche ambos.

-¿Algo más que me tenga que enterar?

-La charla no queda así. Esta noche me voy. No puedo quedarme acá sabiendo en las condiciones en las que estás, tan alterada. Antes de toda esta pelea, lo primero que quería compartir con vos era que la novela va a sacar un musical. Eras a la primera persona a la que le iba a contar la noticia justamente para que no empezaran a atormentarte las cosas que se vienen, porque Lali y yo nos tenemos que dar un beso en la obra. -solté todo el aire que venía conteniendo y salí de ahí con la decepción en el alma, sin pararme a mirarla.

POV LALI

Como estábamos notificados a ir recién a media mañana a Polka, me entretuve viendo una película acostada de lo más tranquila hasta que el llamado de Marian me dejó preocupada. Apenas podía hablar, me vestí con lo primero que encontré y salí a buscarlo.

-Mi amor -lloró sobre mi hombro cuando me senté a su lado apenas lo vi ahí, en un rincón como un nene abandonado. No dudé un instante durante todo el camino hasta el departamento en donde convivía con Juliana pero cuando bajé de mi auto, mis piernas comenzaron a temblar. -Te necesito tanto, tanto.

Lo ahogué en un abrazo, acariciando su cuello intentando en vano calmarlo. La angustia lo estaba quemando y no sabía qué hacer.

Como pude, lo convencí de caminar hasta mi auto. Ahí, nadie nos vería. Principalmente Juliana. Que de encontrármela, tendría unas cuantas palabras para dirigirme a su persona.

¿En qué cabeza cabe que una mujer juegue en relación a sus hijos con quien fue su pareja durante tanto tiempo?

-Ya está, mi amor. Tranquilizate, por favor te lo pido. -tomé su rostro entre mis manos obligándolo a que fijara en mí esos ojos verde cielo ahora húmedos y enrojecidos de tanto llorar.-Nadie te puede quitar que veas a tus hijos. Vos no engañaste a nadie. Sos el mejor padre que conocí, la dedicación que tenes hacia Oli y Milo no te la supera nadie. -seguí diciendo desesperada -Por favor, basta. No llores más que me muero acá con vos. No te puedo ver así.

-Te amo -al fin pudo decir más calmado. Inconscientemente, una lágrima recorrió mi mejilla derecha al escuchar tales palabras. -Te amo -repitió.

-Te amo, mi vida. -respondí mientras atrapaba su boca entre mis labios. Podía sentir el sabor salado de sus lágrimas que se mezclaban con la dulzura de su amor. El beso que había comenzado siendo tierno, se transformó en ansiedad. Mi respiración se tornó agitada cuando los labios de Marian viajaron hasta mi cuello, sintiendo sus suspiros entrecortados.

Nos separamos para recobrar el aire. Agradecí poder mantenerme racional en momentos como este en donde ese hombre que estaba sentado a mi costado hacía que pierda la cabeza.

-¿Te parece si vamos yendo, mejor? -pude decir aún con la voz agitada.

Lo vi asentir pasando una de sus manos sobre esos ojos hermosos que hace unos minutos no dejaban de llorar.

-No. Manejo yo, mi amor. -tuve que ponerme firme porque estaba segura que él no era capaz de estar al frente del camino.

POV MARIANO

Amaba a Lali con cada parte de mi ser. En menos de media hora apareció a mi lado, prestándome su apoyo y la contención que necesitaba. De no ser por ella, habría enloquecido. Me dejé llevar por el suave vaivén que sentía durante el viaje. Estaba cansado y llorar tanto me había agotado emocionalmente. No creía que aún haya sido real toda esa conversación con mi ex mujer.

Me estremecí sintiendo un cosquilleo sobre la piel de mi cuello. Entreabrí los ojos con dificultad hasta que el perfume de Lali inundó todos mis sentidos.

-Hola -susurró cerca de mi rostro.

Me había quedado completamente dormido en su departamento. Esta mujer era admirable. No tenía idea de cómo consiguió arrastrarme hasta su tan cómoda cama. Tan perfecta.

Me abracé a ella, aún sin querer despertarme del todo. Apoyé mi cabeza contra su cuello, suspirando mientras se dedicaba a tranquilizarme enredando sus pequeños dedos entre mis cabellos.

-Sh, seguí durmiendo. Yo te cuido. -fue lo último que escuché.

Tu tierra y tu cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora