Cien días con Agata © | PA#1

Día 26.

— Por esa cara que traes supongo que nada salio mal — comenta Lily antes de saludarme.

— Por primera vez en el tiempo que la conozco no dice nada estúpido que rompa mi corazón — sonrío ampliamente.

— Me alegró, Matías. Espero que algún día puedas ser feliz con esa chica — sonríe.

— Si no soy feliz con ella, lo seré contigo.

— ¿Conmigo? — pregunta sorprendida.

Asiento.

— No podría estar más agradecido de tener una mejor amiga como tú — la abrazo y ella libera el aire que estaba aprisionando.

— Por un momento pensé que seria tu plato de segunda mesa — responde a mi abrazo — casi golpeo tu cara contra el mesón.

— Adoro la manera de enseñarme tu amor — beso su mejilla y me alejo.

— Lo sé — sonríe con suficiencia, desvía la mirada y luego vuelve a mirarme — ¡Viene Agata! ¡Deja de coquetearme! — Bromea — Actúa como si lo de ayer no te emocionará tanto.

— Lo intentaré.

— Hola chicos.

— Hola — respondimos a la vez.

— Mañana es mi cumpleaños — sus labios se curvan formando una sonrisa — Lo celebraré en el Blue Sky, Jack me ayudo con los contactos.

— No me habías dicho que mañana es tu cumpleaños — frunzo el ceño —. Tendré que asaltar abuelas a las afueras de los bancos para comprarte un regalo.

Ambas empiezan a reír.

— Mati, el mejor regalo que me darás será que tu asistas a la fiesta.

Me quedo con la boca abierta. Lily me da un codazo en el estomago para que reaccione; pero como voy a poder despabilar si por segunda vez dice algo y no rompe mis esperanzas inmediatamente.