Día 92.

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— ¿Alguna vez has gritado tu amor a los cuatro vientos?

— No, pero podría hacerlo ahora — esboza una gran sonrisa.

— ¿Lo harías con todos estos idiotas alrededor?

Ella asiente.

— Entonces estoy esperando — sonrío.

— ¡Te amo! — grita pero no tan fuerte como quisiera.

— Eso no me convence, dilo más fuerte.

— ¡TE AMO! — vuelve a gritar.

— ¡Más fuerte! — insisto divertido.

— ¡¡¡TE AMO MATÍAS!!! — grita finalmente.

La miro conforme y acerco su delgado cuerpo hasta mí.

— Yo también te amo — rozo sus labios.

— Agata — nos interrumpe alguien.

Nos separamos para mirar a la persona que le hablaba a mi novia... Diego.

El rostro de Agata cambia radicalmente al ver delante de nosotros a su ex novio, quien la miraba con cara de pocos amigos y que yo; que no soy para nada agresivo, solo quería aplastar su feo rostro con mi puño.

— ¿Qué haces aquí Diego? — pregunta mi chica.

— Te he escuchado, no puedo creer lo hipócrita que has sido todo este tiempo — comenta y se marcha sin esperar la respuesta de ella.

— ¿Qué quiso decir con eso? — le interrogo.

Ella traga saliva nerviosa.

— Nada, Mati — me mira a los ojos —. Solo debe estar molesto porque nunca grité mi amor por él a los cuatro vientos. 

Cien días con Agata © | PA#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora