Día 41.

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La música suena fuerte

Todos estamos borrachos.

Lily está bailando con dos tipos que la tienen acorralada, pero se nota que ella disfruta de esos toqueteos, aunque yo no. Camino en su dirección pero antes de llegar a ella, Agata se cruza en mi camino. Me observa por unos segundos hasta que se lanza con desesperación a mi boca. Dejo que mis labios sintieran el sabor de sus besos, pero algo dentro de mí dice que me detenga, que esto que esta pasando es digno de recordar y hoy estoy demasiado borracho como para conmemorarlo mañana. La aparto de mí, ella me mira confundida.

— Hoy he bebido como condenado para olvidar ciertas cosas — le doy una explicación del porque la alejé —. Pero esto que está pasando entre nosotros quiero recordarlo.

Ella asiente.

— Quiero recordar hasta el más mínimo detalle de tus labios — la beso — aunque ahora ya no quiero dejar de besarles — la beso otra vez — ahora si que es la última vez.

Cien días con Agata © | PA#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora