Me acurruco a su lado, toco su cuerpo suavemente, acaricio su cabello y paso mis dedos a lo largo de su clavícula.
— Un día mi hermano me dijo que cuando al fin sintiera amor, no iba a querer alejarme nunca de esa persona, ni siquiera para ir al baño — beso su cuello — cada vez que te tengo lejos siento que me suspendo en el aire, como si mi vida se detuviera— suspiro — y cuando vuelves a mi lado, todos mis sentidos comienzan a funcionar otra vez.
— No puedes depender de mi, Mati — acaricia la mano que tengo sobre su vientre.
— Lo sé, pero mientras este a tu lado te daré lo mejor de mí.
Ella se da vuelta para mirarme a la cara; tiene dibujada una pequeña sonrisa y me mira con ternura, entonces acaricia mi rostro.
— Te quiero.
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Cien días con Agata © | PA#1
NouvellesMatías, aparentemente un mujeriego sin remedio y acostumbrado a tener todo lo que quiere... hasta que conoce a la chica de sus sueños. Gracias a Agata sabrá lo que es enamorarse por primera vez, pero también conocerá las desventajas que le tr...