— Me sorprende no verlas discutir — les digo al verlas tiradas en el sillón.
— No tengo mucho ánimo para ser inmadura otra vez — responde Lily.
Me siento en frente de ambas para mirarlas.
— Necesitamos algo para entrar más en confianza — dice Agata.
Se levanta de su lugar y la vemos desaparecer por la puerta. Al minuto después aparece con una sonrisa, una botella de vino y tres copas.
— Con Lily nos llevamos mejor con un poco de alcohol — se sienta al lado de mi amiga.
Nos entrega a cada uno las copas que tenía en la mano, para luego verter el líquido de la botella en ellas.
— No es que te odie, pero nosotras nunca podríamos ser amigas — comenta Lily.
Agata la mira sin entender el porqué de su mala actitud hacia ella.
— ¿Por qué no? — cuestiona.
— Porque simplemente no le veo futuro a nuestra relación, somos chicas diferentes pero con algunas similitudes... como Diego y Matías.
— Diego es parte del pasado de ambas, pero... — me mira — Matías es nuestro presente y tenemos que luchar por compartirlo.
— Yo no quiero compartir a Matías, pero con el tiempo he aprendido a tener amor propio y no me voy arrastrar para que él te deje y se quede conmigo.
— Chicas hablan de mi como si no estuviese presente — interrumpo.
— Cállate, hay cosas que aclarar — me ordena Lily.
— Entonces tomaré nota — hago una libreta imaginaría con mi mano y un lápiz con la otra, pero ninguna de las dos me toma en cuenta.
— Él esta conmigo, Lily.
— ¿Y qué? Sigue siendo mi amigo, mi partner, el hecho de que este contigo no va hacer que me aleje de él y me deje de gustar.
— Nuestra relación va en serio, no quiero que la arruines ¿entiendes?
— Agata, no voy arruinar esta relación — se bebe de un trago todo el vino de su copa —. Pero llegará el día en que te darás cuenta que todo lo que estas haciendo ahora, no es más que para aparentar algo que no eres o que no sientes — le da una mirada severa — sabes de que te hablo, conozco a las chicas como tú.
— ¿Y estas esperando ese día para lanzarte a los brazos de él?
— No necesito esperar hasta ese día — sonríe levemente.
Dijo eso porque sabe que si me pide que deje todo por ella, lo haría sin mirar atrás, ni medir consecuencias.
— Pero hay cosas que te desilusionan — me mira —. Sí, Matías, me has desilusionado, cuando esta tonta relación acabe no voy a correr hasta tus brazos para consolarte — se queda callada por unos breves segundos — bueno tal vez si corra a tus brazos pero será como amiga.
Trago saliva.
Lo que ha dicho Lily si que ha sido una revelación, nunca imaginé que podría desilusionar a mi amiga.
— Lo que quiero decir que me has perdido como mujer.
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Cien días con Agata © | PA#1
Historia CortaMatías, aparentemente un mujeriego sin remedio y acostumbrado a tener todo lo que quiere... hasta que conoce a la chica de sus sueños. Gracias a Agata sabrá lo que es enamorarse por primera vez, pero también conocerá las desventajas que le tr...