Surviving to a Broken Heart {JDBM y tú}

Capítulo 26.

Mañana soleada en California... lo más lindo que puede haber... me levanté sin muchas ganas de algo, es que había dormido sólo unas horas con eso de que me acosté a las 2 y me levanté a las 9.

Ese día pasó algo extrañísimo...
Con las pocas energías bajé las escaleras y fui a desayunar, Brooke estaba en su cuarto y mamá trabajando. Eran como las 10 cuando sonó el timbre, fui a abrir... no había nadie. Miré por todos lados para ver si veía alguna persona... nadie. Entonces pensé que eran unos chicos que estaban jugando al "Ring raja", hasta que miro el suelo y encuentro una rosa blanca.

Me pareció muy raro, o sea... no sé, era sólo una rosa sin nada especial... simplemente una rosa sin ningún papel que diga algo... al instante pensé que era para Brooke, es que Christian acostumbraba hacer esas cosas...
Subí hasta la habitación de mi hermana para preguntarle si eso era suyo...

Brooke: Hola ______(ta). (Me dice mientras yo entraba y ella se sacaba los auriculares de los oídos es que estaba escuchando música en su iPod)
Tu: Hola Brooke... (Me senté en su cama) - ... ¿Esto no es tuyo? (Le dije mostrando la rosa)
Brooke: (La miró) - ¿Mío? No... ¿Por qué dices?
Tu: Es que la encontré en la puerta de casa y como no tiene ningún papel que diga para quien es... pensé que te la había mandado Chris.
Brooke: Chris no me manda rosas blancas... él me manda rosas rojas...
Tu: ¿Y hoy no pudo ser una excepción?
Brooke: No.
Tu: Ok. (Me levanté de la cama y salí)

La rosa no era para mi hermanita. ¡Qué extraño! ¿Será para mí? Pero... ¿Quién la dejó ahí? Sólo Ryan y Justin saben de mi gusto por las rosas blancas... Justin está descartado ¿Por qué me mandaría una rosa a mí? ¿Ryan? Es lo más seguro... pero si era Ry me hubiera dejado un mensaje o algo... también puede ser Katelynn que de seguro tiene mucho tiempo libre y decidió hacerme una broma...
No quise darle más vueltas al asunto, igualmente conservé la rosa, la puse en un vaso con agua y la coloqué en mi escritorio para que la habitación tenga un poco de vida.
Con todo esto se me había olvidado desayunar, lo recordé porque me agarró hambre... bajé y me preparé mi taza de yogurt de frutilla con cereal de chocolate... sí volví a eso, es que no quiero que me pase lo mismo que la vez pasada que me desmayé.

Como a las 2 de la tarde llegó Kate a mi casa, se había acordado que tenía amiga... estaba feliz como siempre desde hace un mes...

Kate: (Mientras yo abría la puerta) ________(ta)!!
Tu: Hola Kate... (La abracé notando su extrema felicidad) - ¿Por qué tan contenta?
Kate: Ay amiga... ¡soy la mujer más feliz del mundo! (Se sentaba en el sillón grande del living) -¡Hoy cumplimos un mes, con Justin!
Tu: (No sabía cómo reaccionar) - ¡Felicidades!
Kate: Ay no sabes lo que es ese chico... hoy al mediodía tocan el timbre, voy a abrir y con lo primero que me encuentro es con un ramo enorme de rosas rosadas... detrás del ramo estaba él... ¡Es un amor!
Tu: Siiii (Con un dejo de tristeza, ella no lo notó porque estaba volando en su sueño) - Kate... (No me escuchó) - ¡Kate!
Kate: ¿Qué pasó?
Tu: Nada, quería preguntarte algo...
Kate: Sí, te escucho.
Tu: ¿Por las dudas no fuiste vos la que me dejó una rosa blanca esta mañana?
Kate: ¿Yo? ¿Una rosa blanca? ¿A ti? Perdona ... pero a mí me gustan los chicos...
Tu: JA-JA te pregunto porque no sé quién pudo haber sido...
Kate: ¿No habrá sido Ryan?
Tu: Mmm... no sé... tendría que preguntarle.

Kate se quedó un rato más... hablando de lo maravilloso de su novio. Eso era algo comprobado hace tiempo, Justin es maravilloso, tiene todo lo que una chica quiere... definitivamente existen pocos hombres como él y mi amiga es muy afortunada de tenerlo con ella...

Kate: Bueno _______(ta) (Miró su reloj) -Me tengo que ir... en un rato tengo que salir con Justin, me dijo que me tiene una sorpresa y tu sabes que me encantan las sorpresas.
Tu: Ok Kate... que te vaya bien.
Kate: (mientras abría la puerta) - ¡Gracias amiga! Te quiero mucho (Me abrazó)
TU: Yo también K.

Katelynn se fue y yo volví a mi soledad. No era una soledad absoluta ya que tenía quién me ame pero en el fondo de mi corazón la soledad era el único huésped. Fui a mi lugar, el balcón con mi reposera y mi cuaderno.