Capítulo 104.

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¿Qué me quedaba por delante? ¿Otra vez sufrimiento y soledad? Suspiré para mis adentros al tiempo que entraba a mi cuarto después de volver del aeropuerto. Supongo que debería de estar acostumbrada ya a todo lo que me rodeaba, habían pasado meses y meses desde que no encontraba mi propio rumbo en la vida, mi propia razón para seguir que sea permanente y a largo plazo y no sólo alguien pasajero como lo era Jason que me proporcionaba un alivio temporal cada vez que hacía acto de presencia. Hacía meses que hacía mi vida en completo piloto automático. No vivía más bien sólo respiraba. Eso no era vida bajo ningún concepto.

¿Un consuelo? ¿Mi cumpleaños? Me reía de sólo pensar que esa fecha se acercaba, como si cumplir años fuera importante para mí en ese entonces... me ponía feliz cuando era más chica, cuando podía contar por lo menos con una reunión familiar que incluía a papá, pero desde que imaginó que metiéndose con una mujer que podría ser mi hermana rejuvenecería o algo así mis cumpleaños no tenían el mismo significado.

Este año era aún peor, este año sería una pesada máscara de felicidad la que cubriría un rostro al que sinceramente todo le daba igual.

Pero una pequeña vela la encendía un evento importante para mí, algo para lo que venía ahorrando desde hacía un mes. El concierto de mis divas de Disney.

Esa mañana me había levantado temprano para ir a comprar mi entrada a al disquería donde en un principio las venderían, era un par de semanas antes del concierto, así que supuse que todavía debían quedar algunas ya que el espectáculo tendría lugar el 9 de Abril, dos días antes de mi cumpleaños, éste sería mi propio regalo... al llegar divisé una banda ancha de color blanco que transpasaba de punta a punta la enorme foto que antes habíamos visto con Kate, en la banda se leía con letras negras: "Localidades agotadas".

Que me quería matar era poco, lo peor era que Kate me había ofrecido comprármela con su nueva tarjeta dorada incluso semanas antes de que comenzaran a venderlas, por reserva y yo había rechazado su proposición pensando que llegaría a comprarla a tiempo.
Igualmente me pasé toda esa semana buscando en cuanto lugar se me ocurría que podían vender las dichosas entradas, desde los puntos de venta hasta internet, me amigué con la tecnología sólo para conseguir esos tickets. Nada.

Las esperanzas se disolvían conforme pasaban los días y no podía conseguir alguna respuesta positiva, todo apuntaba a que me iba a perder el sueño de tener a mis ídolas a veinte centímetros, había ahorrado para ello.

Llamé a Jason para ver si podía darme alguna palabra de aliento, lo necesitaba aún por sobre lo del concierto... pero sólo escuché la voz de la contestadora, era algo que se repetía mucho últimamente, el estudio lo había absorbido más de lo que pensé aunque si tenía suerte me respondía su voz cansada por las noches y era cuando me invadía la culpa y era mejor que lo dejara descansar.

Volvía a casa desde uno de los tantos lugares que había ido en ese tiempo en busca de las entradas, era una disquería que quedaba prácticamente fuera de California, pero si hubiera conseguido las entradas no me hubiera importado, más no fue así. Volví con ganas de que la tierra me tragara en cualquier tramo del camino... no sólo no lo hizo, sino que una vez en casa recibí una sorpresa.

Katelynn estaba que no cabía en sí misma de la felicidad, saltaba, bailaba y cantaba por toda la casa mostrando su entrada para el concierto recién recibida por correo.
Kate: ¡Ay______(ta)! ¡Qué cara! (Dijo al verme transpasar la puerta de mi casa)
Tu: Perdón Kate, pero la verdad pareciera que estoy salada...
Kate: ¿Qué pasó? (Preguntó mientras me sacaba el abrigo y lo tiraba sobre el respaldo del sillón más grande del living)
Tu: ¿Rompí algún espejo? ¿Pasé por debajo de alguna escalera? ¿Abrí un paraguas dentro de la casa? (Pensaba si había hecho algo así para merecer tal suerte) - ¡No puedo tener tanta mala suerte! (Me tiré de espaldas en el mismo sillón con las manos en la cara)
Kate: Pero ¿Qué pasó? (Se sentó en uno de los apoyamanos)
Tu: No hay más entradas. (Dije simplemente en la misma posición)
Kate: ¡¿Qué?! ¡Pero ¿Cómo?!
Tu: Las compraron Katelynn. (Expliqué aún sin querer quitar las manos de mi rostro)
Kate: ¡Eso ya lo sé! Lo que digo es que... bueno, ya no importa. Pero ¿Estás segura? Por ahí viste mal.
Tu: Entiendo cuando dice: "Localidades agotadas" ¿Qué más podría significar? (Soné algo brusca y me di cuenta al final) - Además busqué por toda California.

El timbre sonó antes de que mi amiga pensara otra teoría. Fui a abrir con desgano. Nunca hubiera imaginado encontrármelo de nuevo.

Tu: ¡Thomas! (Era el nene enviado por mi admirador secreto, ¿Qué podía estar haciendo ahí?)
Thomas: Hola ______(ta). (Saludó con esa tierna voz blanca)
Tu: ¿Cómo estás Thomy? (Me agaché para quedar a su altura)
Thomas: Bien. El chico me dijo que te dé esto y que te diga "Feliz cumpleaños". (Extendió su brazo y me entregó una cajita blanca plana y rectangular con un moño rosa)
Tu: (¿Era la reaparición del chico?) - ¡Gracias! ¿No quieres pasar? Te preparo chocolate. (Le ofrecí, la criatura me inspiraba ternura)
Thomas: No, gracias... mi mamá dice que no tengo que aceptar invitaciones de extraños.
Tu: (Le sonreí, tenía razón) - Ok, gracias Thomy. Si ves al chico dile que me agradó que se haya acordado de mi cumpleaños.
Thomas: Bueno, se lo digo. (Me sonrió y se fue corriendo)

Volví a entrar a la casa, al menos ahora tenía una sonrisa y me preguntaba qué había pasado para que mi admirador secreto reapareciera y cómo había hecho para averiguar la fecha de mi cumpleaños. Me senté en el sillón ignorando las cuatrocientas preguntas que ya me había formulado Kate acerca del qué, cómo, quién, dónde, porqué y para qué de ese paquete en mis manos.

Me daba pena desarmar el perfecto moño que se ataba en la parte de arriba de aquel paquete que cabía perfectamente entre mis dos manos, pero la curiosidad me ganó y tiré de una de las dos puntas lentamente, quité la tapa y lo primero que se veía era un papel blanco doblado en cuatro. Lo tomé para leer su contenido, una carta, no era de sorprenderme ya que era de la única manera que mi "admirador" se presentaba, debajo de ella descubrí algo que me dejó atónita.

Surviving to a Broken Heart {JDBM y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora