Capítulo 98.

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Habían pasado dos semanas, quince días y todo iba bien o eso era lo que yo repetía en automático cada vez que me preguntaban cómo estaba.

Mi vida volvió a ser la misma que era desde antes del viaje a Nueva York, es decir aburrida al punto más extremo, pero con el agregado de las tranquilizadoras conversaciones de Jason que me habían salvado más de una vez de situaciones incómodas, como ser las salidas en grupo que incluía a "Kastin", Brooke & Chris, Ryan y Caitlin... los últimos no eran nada más que amigos aunque yo sabía que si entre ellos no pasaba algo más era porque querían conocerse antes, conozco a la perfección a ambos y por eso también sabía que podían hacer una buena pareja si es que algún día estaban juntos.

Siempre me sentía parte del sobrante cuando salíamos así, no me agradaba nada estar entre tantas parejas y a pesar de que Ry y Cait me hacían compañía se sentía un aire especial entre ellos y yo terminaba sintiéndome como sapo de otro pozo.

Una de las tantas salidas fue un paseo por la plaza. Las parejas se habían alejado y me habían dejado sola con Ryan y Caitlin, acto repetido casi diariamente, como sabía perfectamente que ése no era mi lugar me hice la enferma, alegué dolor de cabeza y me decidí por volver a casa. Prefería encerrarme en mi cuarto a escuchar música que estar rodeada de tanto dulce, amor, besos y abrazos que claramente no me incluían... lo peor de todo, la siempre empalagante pareja "Kastin".

Volví enfurecida conmigo misma por haberme permitido compartir una salida en la que a la que menos notaban era a mí. Metí la llave en el ojo de la puerta y un par de manos cubrieron mis ojos de repente. Al principio me asusté mucho y ese susto nombre en mi cabeza: Nick.

***: Hola... Adiviná quién soy... (Susurró él a mi oído con su mejor voz seductora)

Me derretí de sólo reconocer la voz, obviamente tanta dulzura no pertenecía a Nick, y aunque podía sonar sexy al tiempo de ser dulce... era ésta la voz que no confundiría por nada del mundo. Como confundir su estilo Nueva York, jeans, polera marrón chocolate y campera de jean... siempre adornado por su adorable y deslumbrante sonrisa y sus ojos como nada en el mundo.

Tu: ¡¡JASON!! (Grité y me agarré de su cintura cual garrapata)
Jason: ¿Se puede saber porqué venías tan enojada que ni notaste que te venía siguiendo desde hacía un par de cuadras? (Preguntó divertido)
Tu: (Reí) - Es que odio las salidas con mis amigos por eso volví. (Lo miré mientras le hablaba)
Jason: ¿Qué te hicieron? (Me colocó un mechón de cabello detrás de la oreja)
Tu: (Busqué en mi cabeza el mejor tono de nena y unos cuantos pucheros para hacerlo más interesante) - Me sentía incómoda al verlos a todos con sus novios.
Jason: ¿Y en este tiempo no conociste a nadie que te haya gustado? (Me sorprendió escuchar que justo él me lo preguntara)
Tu: No, están todos ocupados. (Hice como si odiara a todos aquellos que tengan novia aún sabiendo que no estaba buscando a nadie)
Jason: Son unos tontos. (Rió y lo abracé de nuevo) - ¿Me vas a ayudar a encontrar hotel? (Preguntó) - Es que vine directamente a tu casa ni bien bajé del avión...
Tu: (Le sonreí ampliamente, me encantaba tenerlo) - Claro.

Recién en ese momento me percaté de la presencia de una maleta negra mediana a unos pasos de nosotros, la miré un instante preguntándome cuánto tiempo se quedaría, o lo que es lo mismo, cuánto tiempo de tranquilidad tendría de ahora en más que contaba con su presencia.

Tu: Vamos. (Lo invité y quité la lleva de la cerradura para volver a guardarla en mi bolso) - El más cercano está en la ciudad. (Apunté hacia un lugar donde los edificios sobresalían un poco más altos que las casas de barrio, giré a verlo y me estaba viendo de manera tierna)
Jason: Estás tan hermosa como lo recordaba. (Me sonrió)
Tu: Gracias Jason... (Nos abrazamos de nuevo, suspiré en su pecho aspirando su perfume, él me apretó contra su cuerpo) - No tienés idea de cuánto necesité este abrazo.

Jason: Me alegra estar dándotelo. (Nos quedamos abrazados por unos segundos)

Esto era genial, me sentía protegida, me sentía bien después de mucho tiempo... Jason tenía un asombroso poder curativo sobre mí, bastaba un abrazo, una sonrisa para que mi dolor disminuyera... la definición "mi sol personal" le quedaba como anillo al dedo.

Surviving to a Broken Heart {JDBM y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora