Surviving to a Broken Heart {JDBM y tú}

Capítulo 41.

"Un impulso, un solo impulso de este corazón loco me llevó a poner en peligro todo lo que había logrado, me conformaba con el simple hecho de ser tu amiga, de escucharte, de aconsejarte, de hacerte reír cada vez que lo necesites... pero tus labios tentadores hicieron eso, me retaron a probarlos, ¿Cómo negarse si se ven tan dulces? ¿Cómo evitar esa atracción casi por inercia que siento cada vez que los tengo tan cerca? No puedo evitarlo, me es imposible... Aún siento lo mismo, una inmensa curiosidad de descubrir su sabor, de sentirlos apretando junto a los míos... sentir eso tan hermoso en el estómago cuando besás a esa persona tan especial..."

Mi habitación estaba iluminada sólo por el velador de mi mesa de luz, vi que la luz del cuarto de enfrente, el de Justin, estaba encendida, si todo estuviera bien hubiera ido a hablar con él de esas cosas que siempre hablamos, algunas veces tonterias, otras tantas cosas importantes... pero nada está bien, puedo sentirlo... sólo espero que mañana ya todo vuelva a la normalidad...
Apagué la luz, me acurruqué entre mis sábanas abrazando a "Justin" e intenté dormir, intenté olvidarlo todo por unas horas... pude lograrlo, sólo hasta el amanecer del día siguiente...

Como todas las mañanas fue mi despertador el que me dio los buenos días, amo ese par de segundos después de despertar en los que no recuerdas absolutamente nada de lo que pasó antes de acostarte a dormir...

Estaba estirándome cuando vi a "Justin" en mi almohada y recordé lo que había pasado la noche anterior... mi sonrisa mañanera se borró y no pensaba aparecer en el resto del día.

Me levanté de la cama con la misma dificultad de todas las mañanas y fui al baño a hacer mi rutina diaria. No había nadie en casa por lo visto ya que todo estaba en completo silencio.

Volví a mi cuarto, me puse ropa cómoda y bajé a desayunar... evitaba salir al balcón ya que era más que seguro que Justin saldría y yo no podría mirarlo siquiera.
Una vez en la cocina me preparé mi taza de yogurt con cereal y fui al living, coloqué el Cd de Paramore en el minicomponente, ellos siempre me animan y me senté en el sillón más grande con los pies sobre la mesita ratona.

Comenzó a sonar "The Only Exception", suspiré, fue esa la canción que más me llegó aquella vez que Justin se quedó conmigo... recordé el casi beso de la noche anterior... ¿Cómo pude estar tan cerca de esos labios? Una voz en mi interior me decía que él quería besarme casi o con más ganas que yo a él, pero no podía ser verdad, él está con Kate, se aman, no tiene por qué desear besarme, a mí, a su mejor amiga.

Mis preguntas fueron interrumpidas por el timbre, dejé mi taza de yogurt en la mesa del living y fui a abrir... del otro lado de la puerta estaba un chico de unos 7 años dejando la rosa blanca en el piso, al verme se puso pálido y nervioso...

Tu: ¿Eres tu el que deja las rosas?
****: Eeehh... sí, eeehh... pero yo sólo las dejo, no tengo nada que ver, el chico me dijo que lo haga... (Dijo rápido)
Tu: Pero... ¿Lo conoces? (Le pregunté mientras me agachaba y me ponía a su altura)
****: Eeehh... ¡¡si te digo algo me mata!!
Tu: Si me dices quién es no se va enterar... (Le guiñé el ojo)
****: (Me miró) - No puedo, igual se va a enterar y yo le tengo miedo...
Tu: ¿Te amenazó?
****: No, es grande... y si me pega me mata... (Se calló un segundo, "¿Grande?") - ¿Tu eres _______(ta)?
Tu: Sí... (Le sonreí para que tome confianza y pueda sacarle el nombre del que me mandaba las rosas)
****: Eres linda... entiendo porque él hace todo esto...
Tu: Gracias ¿No me vas a decir como se llama?
****: (Lo pensó) - No puedo... (Dijo y se fue)

No pude averiguar nada, pero al recoger la rosa del suelo me di cuenta que tenía un sobre más grande que los anteriores, era una carta... ¿el que la mandaba dejaría de hacerse el misterioso y daría la cara?, confieso que me provocó cierto temor, ¿Y si es un asesino? ¿Un violador? Ojalá la carta no diga eso.

Volví al living puse pausa a la música, me senté y tratando de estar tranquila abrí aquel sobre blanco.

La primera impresión, una hermosa letra cursiva, sobre un papel blanco sin un solo error ni mancha...