Capítulo 19

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Me levanté la primera y alcancé como pude mi móvil para mirar la hora. Eran las 10, y a las 11 teníamos ensayo. Desperté a Silvia rápidamente y nos vestimos con un chandal. Total, para ir a los ensayos no hacía falta nada especial. Bajamos y en la mesa solo estaban Pablo y Vicky.

-Hola chicos. ¿Dónde están los otros?

-Por fin. Han ido tirando, hoy venís conmigo en el coche. – dijo Pablo guiñandonos el ojo. Mientras salíamos por la puerta, ellos dos iban delante y aproveché un momento de distracción para darle un beso rápido a Silvia en los labios, para desearle suerte en el ensayo.

Llegamos a Gestmusic y ensayamos con Ángel lo que teníamos que hacer para la semana que viene. Nena Daconte me sería más fácil, porque se parecía mucho a mi físicamente y vocalmente no me salía del todo mal. Cuando acabé eran las 2 de la tarde y tenía mucha hambre. Miré el móvil y me di cuenta de que tenía una conversación abierta. Silvia me había enviado un mensaje.

Silvia: Amor, he tenido que irme. Joana no se encontraba bien y quería estar con ella. Perdón por no despedirme, nos vemos en una semana. Te quiero y lo siento. Te echaré de menos pequeña.

Qué seco todo. Fui a la sala VIP desanimada y me encontré a Pablo sentado en el sofá. Estaba mirando el móvil con un posado despreocupado. La verdad es que Pablo era un chico muy atractivo y de buen ver.

-Empanado – dije dándole un golpe en el hombro – que ya ni saludas

-Coño Morgade, qué susto – dijo él levantando la cabeza. Vi que una lagrima caía por su mejilla y me acerqué a él de inmediato. Puse mi brazo por encima de su hombro y él, al sentir mi contacto se giró hacia mi y me miró.

-Acabo de romper con Alicia, mi novia... Me ha sido infiel con mi vecino. –dijo él adelantándose a mi pregunta.

-Ostia Pablo... no sabía que tuvieras pareja... Lo siento, de veras. No te lo mereces, y ella no te merece a ti.

-Gracias Ana. Joder, los cuernos sientan muy mal. No se lo deseo a nadie. Esa sensación de impotencia al saber que has actuado como un bobo mientras la persona a la que querías te ha estado engañando con otra... Es lo peor...

Me puse a llorar, no lo pude evitar. Yo había vivido en una nube con Silvia, pero no me había dado cuenta de la otra parte implicada. Andreu era su marido, pareja y confidente desde hacía muchísimo, y yo me había entrometido por completo en su relación. No me había parado a pensar en los sentimientos de Andreu ni en los de su pequeña si sus padres se separaban. Había sido una egoísta al pensar que me podía apropiar del amor de Silvia cuando ella ya tenía su familia formada.

-Ana, ¿por qué lloras? – dijo Pablo mirándome. Su cara estaba a escasos centímetros de la mía.

-Nada Pablo. Cosas mías. – dije girándome hacia él mirándolo.

Sus ojos estaban llorosos y rojos, pero noté algo diferente en ellos. Me había encantado mirándolos cuando me di cuenta de que Pablo cada vez se estaba acercando más a mi. Cada vez estaba más cerca de mis labios. Quería apartarme, pero mi subconsciente no me dejó. Nuestros labios se rozaron primero con un beso tímido, pero después fue seguido de un beso pasional y húmedo, ya que las lágrimas que habían resbalado por mis mejillas habían ido a parar muy cerca de mi boca.

Nos separamos los dos con la respiración acelerada. La verdad es que fue un beso de película, pero aún hizo que me sintiera peor. Sentía que había engañado a Silvia y que a la vez también le había engañado a él.

-Lo siento, Ana... No quería.... – dijo él poniéndose la mano delante de los ojos y sacudiendo la cabeza.

-Tranquilo, no es nada. ¿nos vamos? – dije intentando disimular que me había sonrojado

Salimos los dos de Gestmusic en silencio. Creo que estábamos de acuerdo en que había sido un muy buen beso. Otra cosa también había quedado en el aire, y era esa tensión sexual que los dos desprendíamos hacia el otro.

Mi viaje en AVE fue uno de los más largos de mi vida. No pude parar de pensar en la situación en la que estaba metida y en cómo iba a acabar todo.





Fin del Flashback





-Y vaya reconciliación eh Silvia... Aún la recuerdo como si fuera ayer. – dije zarandeando el papelito con la palabra reconciliación  que tenía en la mano – casi nos pilla Adri ahí en el vestuario dándolo todo...

-Bueno, una alegría que se hubiera llevado – dijo dándome un codazo. – venga, siguiente.

Volví a rebuscar en la caja. Lo primero que encontré fue una pistola dorada que usé para imitar a Nena Daconte. Me encantaba esa pistola.

-Oye, ¿la tenías tu? La estuve buscando para llevármela yo porque me encantaba.

-Pues si... - Dijo Silvia sonrojándose.

Seguí rebuscando y encontré la cola de Don Diablo. Flipé en colores al verla allí, ya que no me lo esperaba para nada.

-Dios Silvia, ¿te cargaste el disfraz, en serio?

-Bueno, un poco. Suerte que no se dieron cuenta – dijo riéndose y sentándose al suelo.

Esta vez el papelito estaba cosido en la punta de la cola del Diablo. Lo leí y miré a Silvia con cara de pena. Recordaba esa actuación con mucha tristeza, por los momentos de antes, durante, y después de la gala. En el papelito ponía "ruptura".



Flashback

Flashback [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora