Capítulo 82

362 34 11
                                    

Cada vez estaba más cabreada. Nos quedamos ahí las dos quietas hasta que Edu levantó la cabeza y sonrió. ¿Sonrió? Como se atrevía a sonreírnos de esta manera. Ana lo vio y empezó a andar hacia él. Dios, que miedo me estaba dando esta mujer. Edu se levantó también y Ana al llegar delante de él, le pegó una bofetada. Llamadme morbosa, pero eso me puso a mil.

-Pero Ana - dijo Edu flipando.

-Ni pero ni nada, cabrón. Dime, ¿cómo te atreves a hacerle esto a Ruth? No tienes corazón.

Ana se fue y yo detrás de ella. Casi no miré a Edu a la cara, pero parecía no entender nada. Ana iba con la quinta puesta y estaba yendo a paso rapidísimo hacia el hotel.

¡Ana! - dijo Edu desde detrás. - joder, esperaros un momento

Ana decidió pararse y cuando llegué a su altura, yo también lo hice.

-Ana, no sé de qué cojones va todo esto.

-¿Encima tienes el morro de no admitirlo? Edu, vete a tomar por culo, en serio. No me esperaba que fueras así.

-Ana, un momento - dijo Edu avanzando hacia nosotras - lo de la cafetería no es lo que parecía. Esa chica es mi hermana.

-¿Qué? - dije yo sin entender nada.

-Sí, mi hermana. Tiene problemas matrimoniales y le viene bien quedar conmigo y olvidarse un poco de todo.

-Me parece estupendo - dijo Ana acercándose a él - pero, ¿y el otro día por teléfono? Ruth te oyó hablar con alguien, parecías muy cariñoso con ella.

-¿cuándo fue eso? - dijo él levantando la ceja.

-Como lo voy a saber yo. Solo sé que tu mujer está sufriendo en una habitación de hotel porque tú le estás siendo infiel.

-Pero qué dices - dijo él abriendo la boca. - Ana, yo no le soy infiel a Ruth, ni lo voy a ser nunca.

-Entonces, ¿con quién hablabas por teléfono? ¿Y quién era? Le dijiste que estaba Ruth en casa y que todo estaba controlado. - dijo Ana aún más nerviosa.

-Ah, eso... -dijo Edu sonrojándose y rascándose la nuca - estaba hablando con su madre. Le estoy preparando una sorpresa, un viaje para cuando acabemos TCMS.

Ana empezó a relajar los hombros y pareció que se lo creía. Yo también lo veía algo factible, me costaba mucho creer que Edu fuera capaz de serle infiel a su mujer. Edu es un tío estupendo y cuando Ruth me contó eso, yo no cabía en mi asombro.

-Pero... La tratabas de cariño.

-Sí, bueno... Ella siempre me trata de cariño, y seme ha enganchado.

Ana empezó a llorar desconsoladamente. Fui a abrazarla y Edu automáticamente también. Estábamos en medio de la calle, menos mal que no pasaba nadie.

-Edu, lo siento por haber desconfiado de ti, es que no podía comprenderlo...

-No pasa nada Morgade - dijo Edu dándole un beso en la frente - me ha dolido más la torta que me has pegado.

-Joder, lo siento - dijo Ana aún llorando más.

-Eh, no llores pequeña, que ya está, no pasa nada. Y tú Silvia, cuidado que esta cuando se enfade contigo te rompe los huesos.

-Ni que lo digas - dije soltando una carcajada

-Iros a la mierda - dijo Ana también soltando una carcajada.

-Vale, no me pegues - dije yo poniendo las manos hacia arriba en señal de rendición.

-Ya te daré yo a ti, ya... - dijo Ana mirándome -Edu, debes arreglarlo con Ruth. Ella se cree que le eres infiel y se está planteando la separación.

-¿Qué? - dijo Edu sorprendido - de... Debo hablar con ella

-Vete a despedir de tu hermana y luego ve a hablar con ella anda.

Edu nos dio las gracias y nosotras fuimos hacia el hotel. Mañana tocaban las galas en directo y estábamos muy nerviosas las dos, aunque se nos daba muy bien improvisar y el directo en si.

Yo ya estaba metida en la cama cuando Ana cerró la luz del baño y vino hacia mi. Noté como su mano fría iba en busca de mi cuerpo por debajo de las sabanas.

-Mmm... Ana... ¿Qué buscas?

-Petróleo, a ti qué te parece melona.

Dicho esto me giré y empecé a besarla lo más apasionadamente que pude. La desnudé en menos de que canta un gallo y ella hizo lo mismo conmigo. Se sentó encima de mí y pegando nuestras entrepiernas empezó a moverse bruscamente. Ana no sabía lo que me llegaba a gustar que hiciera eso. Entre besos, movimientos bruscos y mordiscos llegamos las dos al orgasmo exhaustas y sudando. Como ya era tradición, me abracé a ella después de darle el beso de buenas noches y cerramos los ojos.

No llevábamos ni cinco minutos así cuando se empezaron a oír unos ruidos. Parecía como si alguien golpeara algo contra la pared. Las dos nos miramos extrañadas pero cuando oímos el siguiente ruido ya lo entendimos todo.

-Bueno, mejor que ya esté todo arreglado. - dijo Ana sonriendo

-Pues sí - dije volviendo a acostarme - buenas noches cielo, te quiero.

-Y yo, pequeña.

Cerramos los ojos y muy a nuestro pesar oímos el recital de gritos de Ruth y los golpes contra la pared. Casi no durmieron en toda la noche, no pararon ni un momento. Supongo que no nos podemos quejar, nosotras dos lo habíamos hecho muchas veces y ellos no se habían quejado. Aunque no me dejaban dormir, estaba feliz por ellos y que por fin todo estuviera como tenía que estar. Yo y Ana estábamos mejor que nunca y Ruth y Edu lo habían arreglado. Yo creo que no se puede pedir más.

Flashback [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora