Capítulo 75

361 40 10
                                    

Cuando la vi, supe que mi cara se había iluminado de una manera sobrenatural. Supe que mis ojos brillaban como nunca lo habían hecho. Ella seguía allí plantada sin decir nada, mirándome fijamente mientras yo sonreía. Decidí acercarme a ella despacio, sintiendo cada paso que daba.

-Te dije que no me buscaras – dijo cuando estaba a su altura

-Ya sabes que nunca hago caso – dije con una sonrisa

-Eres imposible – dijo negando con la cabeza mientras veía como una sonrisa se asomaba por sus labios.

-Sí, lo sé, y eso es algo por lo que me amas – dije sonriendo aún más.

Y por fin, esa sonrisa tan suya apareció en su rostro. Tiró las bolsas que llevaba al suelo, rodeó mi cuello con sus brazos y me besó. Llevaba apenas 24 horas sin besar esos labios y parecía que hubieran sido años. No podía vivir sin ella, no podía y estaba científicamente demostrado.

-Te quiero – dijo susurrándome al oído.

-Y yo – dije dándole un beso en el cuello

-Gracias por venir a buscarme – dijo mirándome a los ojos

-Siempre lo haré, no dejaré que te escapes.

Silvia sonrió con los ojos brillantes mientras me miraba fijamente. Estábamos en medio de una calle bastante transitada, pero nos daba completamente igual.

-Silvia, cuéntame todo lo que ha pasado, por favor.

-Ana, no puedo...

-Silvia, no me ocultes nada porque quieras protegerme, no va a pararme. No vas a conseguir que lo olvide, seguiré hasta que lo averigüe.

-Qué tozuda eres... – dijo mirando al suelo.

-Habló. Tozuda tu, que te empeñas en no contármelo todo.

Silvia cogió las bolsas del suelo y se dirigió hacia dónde iba yo, todo recto. Estuvimos andando unos cinco minutos más o menos mientras hablábamos.

-¿Por qué viniste aquí?

-No tenía dónde ir – me dijo sin mirarme.

-¿Quién hay aquí que te puede ayudar?

-Una persona en la que confío ciegamente. Y sí, tú también la conoces.

-¿La? Silvia, tanto secretísimo me pone nerviosa.

-Tranquila amor, ahora te lo contaré todo. Y tu, ¿cómo has llegado hasta aquí? ¿cómo has podido saberlo? No lo sabía absolutamente nadie.

-Tenemos una amiga ninja – dije riendo. –Ruth miró tu gps.

-Mírala ella qué lista – dijo Silvia riendo – luego la llamaré para agradecérselo – dijo mirándome y sonriéndome

-Te quiero – dije cogiéndole las bolsas de una mano para así podérsela agarrar – no dejaré que te escapes.

Ella apretó mi mano y sonrió. Andamos un par de metros más y llegamos a un portal pequeño con una puerta de madera. Parecía algo muy sencillo, una casa acogedora. Silvia sacó unas llaves de su bolsillo y abrió la puerta. Nada más entrar, oí unos pasitos que venían corriendo e instintivamente sonreí.

Cuando Joana me vio primero se quedó parada y cuando confirmó que era yo, empezó a gritar y vino hacia mí corriendo para abrazarme. La levanté en brazos y le di mil besos mientras ella seguía gritando.

Flashback [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora