Capítulo 89

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A la mañana siguiente Silvia tenía trabajo y no iba a volver a casa en todo el día, así que decidí invitar a Anna y hablar.

-Cariño... ¿Te parece mal que invite a Anna hoy? Quiero hablar con ella... Y la echo de menos.

A Silvia no le hizo mucha gracia, tengo que admitirlo, pero aceptó. Además yo también quería hablar con ella sobre lo que pasó en nuestro viaje. No la quería perder como amiga, y además trabajábamos juntas.

Eran las 12 cuando sonó el timbre, y fui a abrir rápidamente. Anna subió por las escaleras, cosa que me sorprendió mucho, ya que ella es más vaga que yo.

-Hola Ana... - dijo mirándome avergonzada.

-Sí, ahora tienes vergüenza. Anda, ven - dije extendiendo los brazos.

Nos abrazamos y sentí que mi cuerpo era invadido por una gran onda expansiva de tranquilidad. La echaba de menos, mucho. La invité a pasar y ella se quitó los zapatos nada más sentarse.

-Son muy incómodos.

-¿Por qué te los pones?

-Porque me hacen un buen culo, y son bonitos.

-El buen culo ya lo traes de fábrica, Sai.

-Calla anda - dijo sonrojándose.

-Te he echado de menos rubia

-Y yo... Joder Ana, lo siento por lo que hice en Londres, no sé qué pasó. Yo... Sí que es verdad que aún siento cosas por ti, pero yo estaba en una relación feliz y no sé por qué tuve que hacer eso.

-¿Estabas? - dije atónita.

-Sí... Em.... Nos hemos dado un tiempo.

-Vaya, lo siento... ¿Por qué decidisteis daros un tiempo?

-Le dije que le quería y todo eso, pero que... Que sentía algo por alguien más... Que necesitaba pensar.

-Vaya, lo siento...

-Bueno, hoy no hay penas que valgan. Mira qué he traído.

Anna sacó de su enorme bolsa una botella de tequila y yo me eché a reír. Siempre estaba con lo mismo esta chica, no cambiará nunca.

-Pero bueno rubia loca, que es la una solo.

-Bueno, es para luego. ¿A qué hora viene Silvia?

-A las nueve.

-Pues ya tenemos la fiesta montada. Además, quiero disculparme con ella... Me siento muy mal por lo que hice.

-Va Simon, ya está todo olvidado.

Fuimos a pasar el día fuera, derrochando dinero y entre confesiones. Sí, derrochando dinero con Anna Simon, sorprendente, ¿verdad? Llegamos a casa a las 21:30 y Silvia ya estaba allí. La avisé de que iba a venir con Anna y no lo rechazó, así que me sentí orgullosa de ella, sabía que no me iba a decepcionar.

-Hola Silvia - dijo Anna entrando detrás de mí - eh, yo me quería disculpar por lo que pasó en Londres con Ana y...

-Venga, calla y ven - dijo Silvia extendiendo los brazos también.

Y así fue como empezamos a cenar entre risas viendo lo que echaban en la televisión, hasta que Anna sacó la artillería.

-Mira qué tengo, Silvia. - dijo Anna enseñando la botella de tequila.

-Vaya Simon, vienes preparada.

-Siempre. - dijo ella guiñándole el ojo- venga, propongo un juego que seguro que habéis jugado. Al yo nunca.

-He jugado en catalán - dijo Silvia riendo. - tía, vamos a pillar un pedo monumental.

-De eso se trata - dije levantándome - voy a buscar los vasos de chupito, que yo siempre lo he hecho así.

-Venga - dijo Anna acabando de llenar el último vaso - tengo la aplicación en el móvil, esperad.

Anna sacó el móvil y empezó a buscar entre sus aplicaciones. Esa mujer tenía más mierda en el móvil que yo que sé.

-Primera pregunta. Yo nunca lo he hecho con una mujer.

Me reí a carcajadas. Lo había hecho con las dos mujeres que estaban allí sentadas.

-Chinchín a la vez, ¿no? - dije riendo

-Qué puta eres - dijo Silvia contagiándose de mi risa

Y así fueron pasando las preguntas,  y fuimos bebiendo y bebiendo. Ya íbamos perjudicadas pero igualmente seguíamos jugando, lo estábamos pasando genial.

-Venga, otra - dijo Anna leyendo el móvil - yo nunca lo he hecho empotrada contra la pared del cuarto de mis padres.

Miré a Anna y me reí, para acto seguido chocar nuestros vasos y beber de un trago.

-¡Ala! Eso a mí no me lo has hecho. - dijo Silvia mirándonos a las dos.

-Te he hecho cosas peores - dije guiñándole un ojo.

-Callaos ya - dijo Anna recogiendo el móvil que se le había resbalado de las manos. - siguiente. Yo nunca me he enamorado de alguien de esta mesa.

Aunque íbamos las tres muy borrachas, la pregunta nos dolió. Yo bebí sin hacer nada, al igual que las otras dos. Entonces, Silvia se levantó y fue al lado de Anna, la miró a los ojos y la besó ante mí atenta mirada.

-¿Pero qué cojones... ?

-Ven - dijo Silvia mirándome

Fui hacia su lado y me dio un beso. Yo se lo seguí porque no sabía muy bien qué estaba haciendo. Se separó de mí y me cogió de la nuca para acercarme a la cara de Anna. Con ella también hizo lo mismo y nos juntó hasta que nos dimos un beso. Primero las dos no sabíamos qué estaba pasando, pero seguimos ese beso. Cuando nos separamos nos quedamos mirando un momento nosotras dos para luego dirigir nuestras miradas a Silvia, que nos miraba con una sonrisa.

-Oye.... Siempre viene bien probar cosas nuevas... ¿Qué os parece si....?

Entonces se levantó con dificultad y extendió sus dos manos hacia nuestra dirección. Yo y Anna nos dirigimos una mirada interrogante, pero aún así alargamos nuestras manos para coger las de Silvia y nos levantamos con dificultad.

-Pues venga, nunca nos moriremos por probar - dijo tirando de nosotras para llevarnos a la habitación.

Flashback [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora