Capítulo 46

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Nos levantamos como siempre con el despertador. Me giré y lo apagué pero seguí con los ojos cerrados. Poco a poco noté presión encima de mí y unos besos que empezaban a subir por todo mi cuello. Abrí un poco el ojo derecho y vi a la mujer de mi vida concentrada en su tarea.

-Buenos días – dijo ella mientras seguía besándome. –Va, a levantarse.

-Cinco minutos maaaaaaaaaaas – dije yo en la misma posición.

Silvia hizo ademán de levantarse pero yo agarré su brazo a tiempo y la volví a tirar encima de mi

-He dicho cinco minutos más. No me refería a cinco minutos más de dormir, sino a cinco minutos más de besos.

Silvia se rió y volvió a hacer lo que estaba haciendo. Qué paz me impartía esa situación. Tener a Silvia a mi lado me hacía tan bien. No sé cómo pude pensar que todo nos sería más fácil si estuviéramos separadas.

-Ya han pasado cinco minutos – dijo Silvia haciendo otra vez ademán de irse a duchar

-Ahora me toca a mí, ¿no?

Me reincorporé y de un movimiento brusco hice que Silvia se volviera a tumbar en la cama y me posicioné encima. Repartí besos por todos lados, hasta que decidí ir más allá y volver a hacerle el amor como la noche anterior.

-Cuando se te vaya la regla te vas a enterar – dijo mordiéndome la mejilla.

-Lo estoy deseando – dije dándole un beso en la nariz.

Justo cuando me levanté alguien picó la puerta.

-Silvia la madre que te parió. Dejar nota te costaba mucho, ¿no? – dijo Ruth desde fuera.

Abrí y Silvia y Ruth se empezaron a descojonar. Silvia seguía en pelotas y yo en ropa interior, pero que más da eso.

-Va Ruth guapa, cuéntaselo a Ana. – dijo Silvia tapándose con la sabana.

-¿Qué me tiene que contar? – dije un poco atónita.

-Me... Me caso – dijo Ruth levantando su mano y dejando al descubierto su anillo.

-¿CÓMO? ¿ Y ahora me entero? Fuera de mi habitación. – dije señalando la puerta en señal de enfado.

-Lo siento Anita, sabes que te quiero. Te lo quería contar ayer peor como pasó eso entre vosotras dos... No quise importunar.

-Tienes razón. PERO MUCHAS FELICIDADES – dije gritando y abrazándola muy fuerte. – Jolin, me alegro muchísimo. Sabía que lo vuestro cuajaría perfectamente.

-Gracias cariño. Yo también me alegro de que lo hayáis arreglado.

-Y de qué manera lo hemos arreglado – dijo Silvia lanzándome su sujetador.

-Te voy a matar – dije fulminandola con la mirada

-Mientras sea a polvos... – dijo Silvia sonriendo.

-Guarra – dije empezando a reír.

Ante el comentario de Silvia todas nos empezamos a reír y estuvimos riendo sin parar más de 5 minutos. Luego Ruth se fue y Silvia y yo nos duchamos, pero por separado.

Fuimos al ensayo como cada jueves después de la gala. La semana que viene me tocaba imitar a Marta Sánchez. Ya pedí perdón públicamente porque aunque a mucha gente le parezca que no, Marta cantamuy bien y será muy difícil de imitar. Pero aún así, no podía pensar en otra cosa que no fuera Silvia. Lo habíamos arreglado y yo me sentía feliz. Me sentía feliz porque reaccioné a tiempo y me di cuenta de que lo que de verdad importa es el amor y yo sin Silvia no soy nada.

Flashback [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora