Nos levantamos como siempre con el despertador. Me giré y lo apagué pero seguí con los ojos cerrados. Poco a poco noté presión encima de mí y unos besos que empezaban a subir por todo mi cuello. Abrí un poco el ojo derecho y vi a la mujer de mi vida concentrada en su tarea.
-Buenos días – dijo ella mientras seguía besándome. –Va, a levantarse.
-Cinco minutos maaaaaaaaaaas – dije yo en la misma posición.
Silvia hizo ademán de levantarse pero yo agarré su brazo a tiempo y la volví a tirar encima de mi
-He dicho cinco minutos más. No me refería a cinco minutos más de dormir, sino a cinco minutos más de besos.
Silvia se rió y volvió a hacer lo que estaba haciendo. Qué paz me impartía esa situación. Tener a Silvia a mi lado me hacía tan bien. No sé cómo pude pensar que todo nos sería más fácil si estuviéramos separadas.
-Ya han pasado cinco minutos – dijo Silvia haciendo otra vez ademán de irse a duchar
-Ahora me toca a mí, ¿no?
Me reincorporé y de un movimiento brusco hice que Silvia se volviera a tumbar en la cama y me posicioné encima. Repartí besos por todos lados, hasta que decidí ir más allá y volver a hacerle el amor como la noche anterior.
-Cuando se te vaya la regla te vas a enterar – dijo mordiéndome la mejilla.
-Lo estoy deseando – dije dándole un beso en la nariz.
Justo cuando me levanté alguien picó la puerta.
-Silvia la madre que te parió. Dejar nota te costaba mucho, ¿no? – dijo Ruth desde fuera.
Abrí y Silvia y Ruth se empezaron a descojonar. Silvia seguía en pelotas y yo en ropa interior, pero que más da eso.
-Va Ruth guapa, cuéntaselo a Ana. – dijo Silvia tapándose con la sabana.
-¿Qué me tiene que contar? – dije un poco atónita.
-Me... Me caso – dijo Ruth levantando su mano y dejando al descubierto su anillo.
-¿CÓMO? ¿ Y ahora me entero? Fuera de mi habitación. – dije señalando la puerta en señal de enfado.
-Lo siento Anita, sabes que te quiero. Te lo quería contar ayer peor como pasó eso entre vosotras dos... No quise importunar.
-Tienes razón. PERO MUCHAS FELICIDADES – dije gritando y abrazándola muy fuerte. – Jolin, me alegro muchísimo. Sabía que lo vuestro cuajaría perfectamente.
-Gracias cariño. Yo también me alegro de que lo hayáis arreglado.
-Y de qué manera lo hemos arreglado – dijo Silvia lanzándome su sujetador.
-Te voy a matar – dije fulminandola con la mirada
-Mientras sea a polvos... – dijo Silvia sonriendo.
-Guarra – dije empezando a reír.
Ante el comentario de Silvia todas nos empezamos a reír y estuvimos riendo sin parar más de 5 minutos. Luego Ruth se fue y Silvia y yo nos duchamos, pero por separado.
Fuimos al ensayo como cada jueves después de la gala. La semana que viene me tocaba imitar a Marta Sánchez. Ya pedí perdón públicamente porque aunque a mucha gente le parezca que no, Marta cantamuy bien y será muy difícil de imitar. Pero aún así, no podía pensar en otra cosa que no fuera Silvia. Lo habíamos arreglado y yo me sentía feliz. Me sentía feliz porque reaccioné a tiempo y me di cuenta de que lo que de verdad importa es el amor y yo sin Silvia no soy nada.
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Flashback [TERMINADA]
FanfictionNovela flashback. La historia empieza por el final, pero capítulo tras capítulo se irán reviviendo todas las penas y alegrías de las protagonistas. Silvia Abril y Ana Morgade, grandes amigas... ¿o algo más?