Capítulo 52

400 38 13
                                    

Subí a Joana al coche y ella automáticamente empezó a gritar porque vio a Ana.

-Hola princesita – dijo Ana sonriendo – cuanto tiempo.

-Mucho. Mami y tú habéis hecho las paces, ¿no?

-¿Cómo sabías tú que estábamos enfadadas? – le pregunté a la pequeña mirando por el retrovisor

-Porque mami, estabas llorando cuando me contabas un cuento.

Recordé el momento en el que se me cayó la lagrima mientras estaba con mi hija. Pensaba en Ana y en lo bonito que sería tener nosotras un hijo y cuidarlo desde el principio.

Joana estuvo contándole todo lo que había hecho durante la semana a Ana, y se quedó dormida cuando aún quedaba más de una hora de viaje en AVE.

-Cariño, ¿lo de la cena lo dejamos para otro día? – pregunté mirando a mi hija mientras dormía

-Sí, mejor. Hoy descansamos.

-¿No habrá polvo de buenas noches? – pregunté

-Depende de cómo te portes – dijo lanzándome una mirada picara.

-¿Qué es polvo de buenas noches? – preguntó Joana mirándonos.

Ostias. Las dos nos quedamos mudas y empezamos a reír sin remedio. Qué vergüenza, por dios. Dijeras lo que le dijeras podría tener terribles consecuencias.

-Nada cariño. Que antes de dormir tiramos polvos mágicos en la cama para soñar cosas bonitas.

-Ah pues yo quiero

Ana soltó una carcajada y yo la miré asesinándola con la mirada. Qué mal lo estaba pasando en verdad. Me daba mucha ternura que mi hija me hubiera pillado diciendo esas cosas y que yo intentara salir como fuera del paso mientras Ana se descojonaba. Llamadme loca o algo pero a mí eso me hacía sentir como que estaba en una familia de verdad.

-Cariño va, vuelve a dormir, aún eres pequeña para esos polvos mágicos.

-Jo mami... - dijo Joana con pose triste.

-Va cariño... Vuelve a intentar dormir – dijo Ana aún riendo.

Joana se volvió a dormir al cabo de poco y yo y Ana estuvimos riendo muchísimo rato.

-Ese momento me pareció de lo más incómodo y lo más bonito que he vivido –dije en medio de una carcajada.

-¿Bonito? ¿Por qué?

-Porque me sentí como si fuerais mi familia de verdad... Ana, sé que es precipitado pero yo te quiero y qué mejor manera hay que unir una familia de verdad con... Con un bebé....

-Silvia... –dijo Ana mirando hacia abajo un poco sonrojada- yo también te quiero y lo sabes.... Lo sabes muy bien. Pero yo no me veo como madre... No aún.

-Bueno cariño, yo solo quería que lo supieras. No quiero que te sientas presionada por ello, ¿vale? – dije un poco disgustada. Aún así, entendía perfectamente cómo se sentía Ana, porque la conocía y sabía que no se planteaba ser madre nunca.

-Claro que no. – dijo dándome un beso fugaz en los labios.

El viaje siguió entre caricias y besos robados. Llegamos a Madrid y descargamos las cosas para después poner a Joana en su cama. Cuando ya nos habíamos instalado las dos nos fuimos a la habitación.

-Yo te quiero Ana... Te quiero y sabes que nunca me niego a un buen polvo pero estoy que me muero. – dije mirándola con cara de pena

-Y yo cariño. Ya si eso mañana.

Dicho esto nos pusimos los pijamas y nos tumbamos en nuestra cama. En menos de 5 minutos ya estábamos dormidas. Lo bueno es que no eran ni las 9 de la noche. Tenemos que cuidar mejor nuestros horarios.





Fin del flashback





-Ya sé- dije cuando se me encendió la bombilla- ¡te lo empezaste a pensar cuando íbamos de camino a Madrid después de la gala!

-Sí – dijo Ana riendo. –Me has pillado.

-Joder Morgade, eso de tomar decisiones te cuesta eh.

-No... Me costó elegir el donante.

-¿Conoces al donante?

-No, decidí no conocerlo porque sino no íbamos a ninguna parte... No me decidía. No los veía lo suficientemente buenos.

-Ay mi niña... Qué indecisa eres.... Te ha costado mucho tiempo, eh...

-Lo sé... Pero lo bueno se hace esperar, ¿no? Vamos a ser mamás. –dijo acariciándose la barriga.

-Vas a ser la mejor mamá del mundo –dije dándole un beso en la frente.

-Solo si tú estás a mi lado- dijo cogiéndome la cara y dándome un suave beso en los labios.

-Eso siempre – dije levantando la mano para señalar el anillo.

-Me voy a poner fea y gorda – dijo Ana con la cara triste

-Imposible. Estarás preciosa igual – dije dándole un golpe en el brazo.

-Silvia aún no me creo lo que está pasando. Nos vamos a casar, vamos a ser mamás... Estoy viviendo un sueño a tu lado – dijo Ana con lágrimas en los ojos.

-Y yo contigo cariño. No me llores, va. Sigue buscando- dije haciendo que Ana dejara apartado el tema un rato.

Lo primero que encontró fue el cartel doblado donde ponía "ASSSÚCAR" que usé para imitar a Celia, al que después le añadí MORENO con boli debajo. Al ver cuál era el objeto de su actuación, empezó a reír.

-Serás bruta. ¿Rajaste la malla de Ángel solo para coger un pedazo con una chuche?

-No, yo no fui. Él mismo me lo dio – dije quitando hierro al asunto.

-¿Ángel sabía lo de los objetos? – dijo Ana con la boca abierta.

-Sí, me pilló mangando los pendientes de Marta, y cuando se lo expliqué le hizo ilusión y me quiso ayudar – dije riendo.

-Ese Ángel... – dijo Ana negando con la cabeza.

El papelito esta vez estaba enganchado con celo en el cartel de Celia. Ahí ponía "juguete". Ana cuando lo leyó se rió y se mordió el labio inferior. Lo había pillado enseguida.



Flashback

Flashback [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora