Capítulo 103

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-No voy a irme contigo - dije a punto de empezar a llorar.

-Oh, sí que vas a venir, sí. Venga, vamos. - dijo él girándose en dirección opuesta a donde estaba Silvia.

-Te he dicho que no voy a ir a ningún lado - dije aún plantada en mi sitio.

-Sí que vas a venir. ¿Te crees que solo por escribir esa nota te voy a dejar en paz y confiar que dejes a Silvia? Si sé que siempre vas a volver a por ella.

-Porque a eso se le llama amor verdadero.

-Vale, lo que tú digas. O te vienes o llamo a la prensa, tú misma.

Creo que si fuera legal matar no me lo hubiera pensado dos veces. No entendía como Andreu podía haber escondido esa personalidad tan retorcida durante tanto tiempo, porque esto no era ni medio normal. Lo miré y fui andando lentamente hacia él. Me paré a su lado, me miró y siguió andando. Llegamos a un coche y me subí al asiento del copiloto, casi ni respiraba. Llegamos a su antigua casa y yo respiré aliviada. A pesar de todo no me iba a encerrar en un cuchitril, almenos Silvia podría encontrarme ahí.

-Bienvenida a tu nuevo hogar - Dijo abriendo la puerta con una sonrisa irónica.

-¿Tú sabes que lo que estás haciendo es un secuestro, no?

-Sí, pero ya sabes qué pasará si alguna vez dices algo al respecto.

Entré en esa casa y me quedé quieta en el comedor. Nada había cambiado y me sentía muy rara allí dentro, almenos no con Silvia ahí.

-Tu dormirás en el garaje - dijo Andreu poniéndome la mano en la espalda para guiarme.

-No me toques - dije apartándome de su contacto - no tienes derecho a tocarme. ¿Cuánto tiempo piensas tenerme desaparecida?

-Hasta que Silvia te olvide -dijo él impasible.

-Ah - empecé a reír - pues mejor me pongo cómoda. Silvia no me va a olvidar, ni yo a ella. El nuestro es un amor para siempre, y siempre es mucho tiempo, ¿no?

Andreu me miró con cara de mala leche y cerró la puerta. Me sentía orgullosa por haberlo dejado con mal cuerpo ahora mismo con mi comentario. Pero lo que había dicho lo pensaba, estaba segura que Silvia no se iba a dar por vencida porque no se creería que yo la hubiera abandonado. Yo almenos no me lo creería de ella, sabría que algo no estaba yendo bien y no me rendiría.

Bajé a tientas las escaleras y cuando llegué abajo encendí la luz. Qué glamour... Había una cama mal hecha y una mesilla de noche roñosa al lado y yo seguía sin creer todo lo que estaba pasando esos días. Me senté en la cama e intenté calmarme. No iba a ganar nada si me ponía nerviosa o me alteraba, porque así no podía pensar. Aún así, estaba segura de que mi familia me echaría de menos y me buscaría, y mis compañeros y amigos también me buscarían, ósea que mi paso por ese sitio no sería muy duradero.

Fin del flashback.

-Cariño... - empecé a decir cuando acabó de relatar - siento haber tardado tanto, yo...

-Sh - dijo ella negando con la cabeza - no sientas nada, tú no has hecho nada. Estoy convencida de que no has parado de buscarme, y con eso me vale. Además, ya me has encontrado.

-Ya lo sabes, no te vas a librar nunca de mi - dije dándole un beso en la cabeza

-Nunca he dicho que quisiera hacerlo

Salimos de la bañera entre besos y fui a buscarle el pijama. Enseguida se quedó dormida en el sofá y la llevé a la cama. Durante esa semana había dormido muy poco y necesitaba recuperar. Una vez comprobé que estaba dormida, fui a llamar a mi abogado.

-Hola, Javier. ¿Cómo va todo?

-¡Silvia! Muy bien, ¿y a ti?

-Bueno, regular - dije con la voz un poco quebrada. - necesito tu ayuda.

-Dime - dijo el poniendo la voz sería - ¿problemas con Andreu?

-Sí, y un problema gordo. Mira, necesito que consigas que firme el divorcio, porque eso no puedo seguir así.

-Silvia, yo lo intento, pero Andreu se niega a firmar.

-Javier, que ha secuestrado a Ana, pero ahora ya está en casa. Se le está yendo la cabeza y yo ya no puedo más, no me siento segura ni en mi casa. Ana no le quiere denunciar y...

-Bueno Silvia, tú déjame trabajar y encontraré algo que hacer, tú estate tranquila.

Javier colgó y suspiré. Dejé el móvil en la mesa de delante del sofá h me quedé mirando a la nada.

-¿Por qué lo has llamado? - oí que me preguntaban por detrás.

-Ana... Yo... Ana yo sólo intento protegerte. Esto no puede seguir así y tenía que hacer algo cariño, lo siento.

-Silvia, no quiero que esto salga de aquí. No quiero que nadie nunca sepa esto, jamás. Tiene que ser algo confidencial.

-Vale cariño, pero ¿por qué? No entiendo por qué no quieres denunciarlo, todo sería más fácil si lo hiciéramos...

-Porque no, tengo mis razones Silvia, por favor. - dijo Ana empezando a llorar.

-Eh cariño, ven - dije levantando los brazos hacia ella - tranquila, ¿vale? Nadie más que él va a saber nada, yo te protegeré siempre. - dije acariciando su cabeza una vez estábamos las dos sentadas en el sofá.

-No lo dudo - dijo ella acurrucándose bien

-Oye, ¿vamos a dormir?

-Vale - dijo Ana levantándose y tendiendo la mano para que me levantara. - aunque no me apetece dormir.

-No, ni a mi - dije sonriendo un poco - pero debes hacerlo.

Una vez en la cama, Ana se abrazó a mí y se quedó dormida en mi pecho. Yo le acariciaba la cabeza mientras pensaba en todo aquello. No entendía porque Ana no quería denunciarlo, no me cuadraba. Queríamos estar juntas y si lo hiciera sería todo más sencillo y rápido. Sin darme cuenta me quedé dormida en esa misma posición, acompasando mi respiración con la de Ana.

Fin del flashback

Relatado por Ana Morgade

Salí de la ducha y me encontré a Silvia sentada en el borde de la cama con la lista de invitados en la mano y mirándola medio ausente. Me acerqué a ella y me arrodillé para que así ella con la cabeza agachada pudiera mirarme a los ojos. Ella levantó la vista y me miró y yo le sonreí.

-Silvia, ¿qué te pasa cariño? Estás como ausente.

-Ana... - dijo negando con la cabeza- Ana yo así no quiero casarme.

Flashback [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora