Capítulo 79

369 33 8
                                    

-Silvia - dijo Ana llamando mi atención

-No cariño, no voy a decirte el sitio. Es sorpresa.

-No... Es que... El sitio... El sitio ya lo tenía pensado.

-¿Ah sí? - dije un poco sorprendida y a la vez dolida. El sitio que había escogido era perfecto, y me había costado muchos contactos y horas de teléfono.

-Bueno... Es un sitio complicado de conseguir... Pero pensaba que te haría mucha ilusión.

-¿Cual era? -pregunté un poco encuriosida.

-Pues... La Basilique Saint-Sernin, de Tolouse.

-Me estás vacilando -dije con la boca abierta.

-No - dijo ella levantando la ceja- ¿por qué dices eso?

No hablé en apenas un minuto. Me quedé mirando a Ana casi sin parpadear mientras ella seguía un poco extrañada por la situación.

-Silvia amor, que te me empanas - dijo Ana pasando una mano por delante de mí cara.

-Ana, que yo también había elegido ese sitio.

Ana abrió la boca dos palmos y me abrazó. Casi nos ponemos a llorar las dos.

-Silvia, te quiero - dijo ella aún envuelta en mi abrazo

-Y yo - dije separándome - estamos hechas la una para la otra.

-Ni que lo digas - dijo dándome un beso. - Venga, ¿sigo buscando? Ya queda muy poco. - dijo ella abriendo la caja de nuevo.

Como ya quedaba poco, encontró en seguida mi boa de plumas y el top que usó ella para imitar a Gwen Stefani.

-Le cortaste la malla que había... - dijo ella mirándome.

-Hombre, como más destapada mejor, ¿no?

En el papel de siempre ponía "problemas matrimoniales".

Flashback

Mañana teníamos que volver a TCMS. Había pasado unos días estupendos con Ana, desconectadas del mundo y solo teniéndonos la una a la otra. Ojalá pudiera ser siempre así, lejos del mundo y nosotras dos tranquilas. Pero sabíamos que nos tocaba volver, y en el fondo queríamos, ya que amamos nuestro trabajo.

Durante estos días Andreu me ha llamado muchas veces, hasta podría decir que demasiadas. Parecía estar de mejor humor, pero aún así, tenía un humor de perros. En verdad lo podía comprender, me llevé a la niña y le destrocé la vida de un día para otro, pero lo que yo siento por Ana no podía ignorarse, y así ha acabado todo, por mi puta manía de no saber elegir bien.

-¿Silvia? Eres una empanada, todo el día estás igual - dijo Ana dándome un beso - venga, que tenemos que ir hacia Atocha.

Cogí la maleta que me estaba dando Ana y fuimos hacia Atocha para coger el AVE. Durante el viaje estuvimos repasando la actuación ya que no habíamos tenido mucho tiempo para ensayar. Aún así, sabía que nos iba a salir bastante bien a las dos, tenía ese presentimiento.

Llegamos a plató y fuimos a los ensayos como siempre. Esta vez no encontramos a nadie, todos debían estar ya en el hotel porque nosotras teníamos ensayos de tarde.

-Da más pereza ensayar el jueves que el martes, es raro - dijo Ana de camino al hotel.

-Toda la razón - dije asintiendo aún mirando hacia la carretera.

-Silvia... Te tengo muchas ganas.. Hace tres días que no... - dijo Ana acariciándome la cara

-Cuando lleguemos al hotel, no queda nada - dije sonriendo un poco.

-Y para qué esperar...

Dicho esto se quitó el cinturón y empezó a besarme el cuello mientras yo seguía conduciendo.

-Ana, vas a a hacer que me estampe

-Bueno, moriremos haciendo lo que más queremos

Siguió besando mi cuello un poco más con una pose un poco rara. Yo ya estaba bastante a tono, y como Ana ya me conocía muy bien, también lo notó. Cuando lo hizo, desabrochó mi falda y introdujo la mano dentro. Acarició un poco mi zona de placer y yo proferí algunos gemidos sordos.

-Ana que no controlo... - dije poniéndome aún más a tono - para que ya sabes lo que me pone hacerlo en público

-Por eso lo hago. - dijo mientras seguía jugando conmigo.

Llegamos al hotel sanas y salvas, pero por los pelos. Casi nos estampamos.

-Ana, no vuelvas a hacerlo - dije con cara de enfadada pero con una sonrisa.

-Jo... ¿Vas a castigarme?

-Mucho - dije con una sonrisa pícara.

Bajamos del coche corriendo y fuimos directas a la habitación para dar rienda suelta a nuestra pasión. Cerramos la puerta como pudimos, ya que tenía a Ana enroscada a mi besándome sin control.

-Madre mía - dije entre beso y beso - te tengo que dejar más días a dos velas

-Ni se te ocurra - dijo ella quitándose la camiseta.

La tiré en la cama y empecé a besarla por todos lados. Yo también conocía muy bien a Ana, y sabía cuando estaba a tono. Cuando ya empezaba a estarlo, desabroché sus pantalones y empecé a besar el entorno de su zona íntima, cosa que hizo que aún se pusiera más.

Ella me arrancó la camisa de golpe y siguió besándome sin control un rato más. Cuando estábamos a punto de darnos placer, alguien picó la puerta.

-Ana, Silvia, ¿estáis ahí? - era la voz de Ruth.

-No... - dijo Ana jadeando - que oportuna

Resignada, me vestí y abrí la puerta. Cuando la vi allí plantada, casi se me cae el alma al suelo. Ruth tenía una cara horrible, unas ojeras de campeonato y los ojos rojos e irritados.

-Cariño - dije abrazándola - ¿qué pasa?

Ruth entró y se sentó en la cama. Ana al verla la abrazó y nos quedamos un rato así, dando calor a nuestra amiga que parecía muy triste. No éramos capaces de imaginar qué le podía haber pasado.

-Ruth - dijo Ana acariciándole el pelo -¿qué pasa cariño?

-Chicas... Creo que me voy a separar.

Flashback [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora