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Llegué a casa, después de un día largo de entrenamiento. Todavía no sé como lidiar con la nueva noticia, no sé si buena o mala. Estaba dispuesto a ir a dejar mis cosas, besar y abrazar a la persona más hermosa en este mundo, demostrando mi afecto y haciéndole saber -luego de la pelea de anoche- que la amaba, que las reconciliaciones son lo mejor, pero lo que escuche, me dejó sin saber que hacer.
"El delantero Nicolás Blandi se ira a préstamo a Francia." —escuché en la televisión y rápidamente volví al living, ya era tarde, ella estaba mirando la noticia.
"El delantero Nicolás Blandi irá a jugar seis meses al Evian de Francia a préstamo, según su representante José Irigoyen."
"Nico se va a préstamo por seis meses sin cargo y con una opción de compra y con una multa si no juega una determinada cantidad de partidos", sostuvo Irigoyen por radio La Red."
— ¿qué?
—amor... —la llame y me miró.
— ¿qué es esto?
—no sabía como...
— ¡¿tengo que enterarme por la televisión de que te estas yendo, Nicolás?! —me preguntaba con la voz quebrada, a punto de llorar.
—Cami... perdón.
— ¿perdón me pedís? ¡tuviste quizá mucho tiempo para contarme!
—es que, vos y yo estábamos medio...
—no me digas eso. Se supone que soy tu novia, Nico. —ya había empezado á llorar y eso me mataba. Me daban tantas ganas de besarla, abrazarla. —¿por qué no me dijiste?
—no quería lastimarte.
— ¡eso es lo que estás haciendo en este momento! ¿Siempre es lo mismo? ¿por qué tengo que enterarme última?
— ¡perdón por dejarte de lado! ¡se supone que tenes que estar feliz por mi! ¡¿por qué no me felicitas antes de hacerme esta escena?! —había levantado la voz.
— ¡¿en serio me vas a culpar?! ¡no trates de dar vuelta los papeles! Sabes que nada me hace mas feliz que verte a vos feliz. Solo me hubiese gustado saberlo, ¡no enterarme por la televisión! —se limpiaba las lágrimas con su sweater. — ¿no confias en mi? —me mataba verla llorar.
—confío en vos mas que en nadie.
— ¿y entonces, Nico? ¡no entiendo por que! Sabes que me podes contar cualquier cosa, estamos juntos hace años, y si, está bien, peleamos pero ¿y qué? ¿eso te hace no querer hablarme sobre esto? ¿qué se supone que hagamos?
— ¿qué se puede hacer, Cami?
— ¿cómo, qué se puede hacer? Vos y yo siempre ¿te acordas? ¿te vas a rendir ante esto? —mi celular sonaba, era Jose, seguramente darme la información. —¿nos vamos a rendir ante esto, Nico? ¡hablame, por favor!
—no se que decirte, Cami. ¿queres arreglar todo esto con Skype, mensajes, llamadas? ¡veo día a día a los chicos del club como se van y dejan a sus novias, mujeres acá! ¡a los dos meses termina todo!
— ¿y vos crees que eso nos va a pasar? ¡pasamos por cosas peores que éstas! ¡parece que no nos conoces!
— ¡esto es difícil para mi también! ¿te pensas que va a ser fácil?
—estoy con vos. —me dijo acercándose a mi, tomando mi rostro en sus manos.
—no puedo hacerte esto. —limpie sus lágrimas.
—Nico, las cosas no funcionan así.
—entonces quizá ya no funcionen. —dije mirando al suelo, casi en susurro. Al levantar la vista, vi su cara de confusión, sorpresa, dolor, y quería tragarme cada palabra y agarrarla entre mis brazos para besarla.
— ¿qué?
—creo que es lo mejor.
— ¿lo mejor? —rió irónica con sus lágrimas cayendo. —¿en serio crees que dejarme acá así, es lo mejor?
—si. —le contesté y sentí como se terminaba de derrumbar.
—si eso es lo que queres. —dijo llorando a mas no poder y salió dando un portazo.
Mire a la puerta, me di vuelta y pateé el sofá, me agarre de la cabeza y empecé a llorar. Tenía bronca, odio hacia mí. Pero, ¿qué iba a hacer ella allá? No podía alejarla de su trabajo, sus amigos, su familia, no podría pedirle que haga eso solo por mi. Merece a alguien mejor, no a un jugador de fútbol que no sabe lo que pueda llegar a pasar el día de mañana.
Tengo cada palabra, cada beso, cada abrazo.
. . .
—cerra los ojos. —me dijo y así lo hice, sentí algo al rededor de mi cuello. —listo.
—preciosa, no era necesario, es hermosa. —una cadenita con la letra "C."
—busque algo que pudieras llevar con vos siempre, así que feliz cumpleaños, mi amor. Te amo.
—te amo muchísimo mas, hermosa, gracias. —le dije y nos unimos en un lindo y tierno beso.
...
"Nicolás, venite al club, hay que cerrar el pase."
Leí el mensaje de Jose, mi representante.
Quería gritarle, decirle que se calle, que no iba a irme, me quedaba acá con la mujer que amo e iba amar siempre. Pero tenia que cumplir un maldito contrato.
Soy un cobarde por esto, me odio a mi, mi carrera.
Mire por ultima vez la cadenita que adornaba mi cuello, trate de volver en mí. Di una mirada a mi ahora oscura casa, y salí de ahí, ahora ya no tenía nada más.
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Holo
¡Primera historia! No se, vi varias así y bueno, me gusto la idea así que, ¡espero les guste también!
No sé quién mierda lee esta bosta pero bueno, espero sigan bien.
