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—Luci, necesito que apartes esta tarde, tenemos una nueva estrella desde afuera así que es bastante importante.
— ¿no te dijeron quién?
—Si, espera que anoté aqui porque es medio... —me decía en ese castellano que me costaba entender debido a que era más alemán. Río por mis pensamientos, ella busca entre sus papeles. —sí, acá, ¿Lucas Alerio? ¡Alorio?
—Alario. —corrijo mientras siento que mi corazón va a salir de mi pecho, entro en shock.
— ¡si, Alario! Eso. Así que el jefe me pidió que podes ir vos, y que solo vos podes hacer bien trabajo. Creemos todos que eres preferida de él, siempre... —miro hacia afuera dejando a Nina hablar sola, me apoyo en el ventanal mientras trato de que la vista me calme, mi respiración estaba muy acelerada y los nervios me traicionaban. No podía entender que hacia acá. Hace apenas unas semanas dejé Argentina, nuestra casa, los recuerdos... a él; y aún me resulta muy difícil no pensarlo, o no extrañarlo.
— ¿Luci?
— ¿Qué? Oh si, voy a estar ahí, pasame información por mensaje, necesito tomar un poco de aire. —Tome mis cosas y salí de la oficina, necesitaba salir de allí para aclarar mis pensamientos.
《¿Será que vino por mi? No, el no sabe en qué parte estoy, no hable con él.》
—basta de especular mente. —digo y rápidamente muchos recuerdos de cuando todo estaba bien vienen a mi.
...
Me apoyo en el ventanal y lo observo unos momentos, apoyado en el balcón admirando la vista que nos daba el mismo. Pienso en lo feliz y afortunada que soy por tenerlo, por lo que habíamos logrado juntos, por lo que éramos.
—hola. —me acerco a él y me sonríe. Pasa su brazo a mi alrededor.
—hola dormilona, pensé que ibas a dormir hasta mañana. —sonríe y besa mi frente, cierro los ojos ante su contacto. Nos quedamos un momento allí, disfrutando del silencio, de nosotros.
