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Camine por el pasillo mientras tenía la mirada puesta en mi celular, mala idea, había chocado a alguien.
— ¡oh! ¡perdoname, yo...!
— ¿no ves por dónde vas? —lo mire sin saber qué decir, qué hacer, sólo me quedé ahí mirándolo.
—no, yo... Yo y...
—no, te estoy jodiendo. —rió mientras me miraba algo enternecido.
— ¿qué? ¿en serio? ¿no te enojaste? —pregunté algo aliviada y sorpresiva y negó sonriendo. — ¡ay! Te juro que estaba por llorar, no sé. Es mi primer día y ya estoy haciendo enojar gente, perdón.
—no me pidas perdón. —dijo y sonrió. —y bienvenida, soy GiovanniSimeone, o sólo Gio, mucho gusto.
—oh, muchas gracias e igualmente, Gio, soy Abril, Abril Fernández. —tome su mano y lo vi sonreír.
Recordé aquel día mientras observaba el camino algo ansiosa, muy nerviosa, asustada por lo que podía llegar a pasar si no llegaba.
— ¿puede ir más rápido?
—hago todo lo que puedo, señorita.
Me recargue en el asiento mordiendo mis uñas, conteniendo las ganas de llorar. De repente quiero volver el tiempo atrás y demostrar cuanto lo quería, demostrar cuanto me importaba. Pero mis miedos e inseguridades habían tomado el control de mí, no podía avanzar.
