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Acomodo la taza de chocolate caliente sobre mis piernas con cuidado y observo hacia afuera. El frío de Italia en navidad, un sábado por la mañana, era algo hermoso de ver. Italia había sido nuestra casa estos últimos meses, Rodrigo había tenido una gran temporada pese a sus malos pensamientos sobre esto mismo. Aún recuerdo aquel día en que todo lo aterrorizaba. Justo antes de su debut en La Vecchia Signora.
. . .
—Rodri, ¿vas a...? —lo observé mirar hacia afuera a través de la ventana, algo pensativo, algo preocupado, decidí acercarme a él y abrazarlo. Apoyé mi mentón en su hombro mientras pasaba mis manos por su torso, tomó las mismas y cerró sus ojos— ¿estás bien?
—bien. Sólo algo preocupado, ya sabes como fue todo en Argentina amor, yo...
— ¡vos sos genio en esto! Basta de dejarte llevar por esos comentarios horrendos que no te sirven, ahora estás acá, es un nuevo comienzo para vos, por algo estas acá, ¿no? Basta de eso, hoy es tu debut y estoy muy segura de que todo va a ir bien, sólo tenes que estar tranquilo y lo más importante, confiar en vos. —dije y se dio vuelta, me miró y sonrió, quería ver aquella sonrisa durante el resto de mi vida.
—haces que todo este mejor en tan sólo unos segundos. —acarició mi mejilla y sonreí. —te amo muchísimo, ¿sabes? Y soy feliz todos los días de mi vida porque recuerdo que estas a mi lado. Te amo.
—y yo a vos, Rodri. Muchísimo. —confesé y me besó demostrandome todo su amor.
Todo había ido de maravilla, todos los miedos en él habían desaparecido al entrar a tan precioso campo de juego. Supo ganarse el corazón de cada hincha y no podía estar más orgullosa de él. Todos habían sido buenas personas con nosotros, habíamos sido la joven pareja recién llegada y todos se sorprendían ante eso. Habíamos permanecido juntos desde aquella vez en la que comenzamos a hacer este camino juntos.
. . .
— ¡y acá viene el goleador! —lo aplaudi y rió.
—sos la única que festeja mis goles de verdad. —me abrazó y reí.
— ¿no escuchaste todos esos gritos de gol? ¡no seas duro con vos! Hoy fuiste de lo mejor, en serio, además el técnico te pone por algo, los demás hablan y se quejan porque es gratis. Eso sí, cuando estés en algún club de Europa por favor acordate de esta chica, ¿está bien? —bromee y rió algo fuerte.
— ¿cómo haces?
— ¿qué cosa? —pregunté divertida mientras reía.
—esto, el hacerme reír, el hacer que todo lo malo se vaya a los dos segundos, el hacer que disfrute más de los momentos buenos, ¿cómo haces? Juro que todo es mejor cuando estas a mi lado y soy feliz. ¡te quiero tanto, preciosa! —confesó y reí. —y como diría tu canción favorita, en esta vida no quiero pasar un día entero sin ti. Yo ya no quiero hacerlo, entonces estoy acá meses después de conocerte para preguntarte finalmente... si queres ser mi novia. —quede muda ante aquello, observe sus hermosos ojos y supe que estaría bien a su lado, supe que todo era mejor con él. Me acerqué y acaricie su mejilla.
—te quiero muchísimo, y me arriesgaría con vos todas las veces posibles. Yo acepto ser tu novia, ¡eso me encantaría! —respondí y lo escuché reír. Me abrazó dándome vueltas por los aires, y yo no pude haberme sentido mejor.
. . .
—oh, acá está la mujer más hermosa del mundo. —escuché su voz y mire hacia arriba debido a su altura, besó mi frente, seguido mis labios. — ¡feliz navidad, amor!
—feliz navidad precioso.
—tengo tu regalo, ¡ya vengo! —caminó hacia el gran árbol de navidad.
— ¡pero si ayer nos dimos todos los regalos, amor!
—no, olvidé uno. —se acercó a mi con una pícara sonrisa en la cara.
—y, ¿qué es?
—hace años te conocí en una fiesta de mi anterior club, supe desde entonces que eras vos porque salía casi todos los fines de semana, y nadie llamaba mi atención pero entonces te vi y todo cambió, yo cambie, quise ser un mejor hombre por vos. Entonces comenzó todo para nosotros, me ayudaste, devolviste la sonrisa a mí, la felicidad y la fortaleza para enfrentar todo. Entonces acá estoy, todavía poniéndome nervioso al verte, siendo feliz al verte despertar a mi lado, sonriendo cada vez que llego y te veo haciendo tus cosas. Si se que las cosas van mal entonces sólo me basta con entrar a casa y hablarte, verte, abrazarte. Por eso hoy, en este día tan especial quiero pedirte si... —lo vi arrodillarse frente a mí y lleve una mano a mi boca, demostrando sorpresa. Abrió una pequeña cajita. — ¿queres casarte conmigo, amor? —mis lágrimas comenzaron a caer y quedé muda ante aquella pregunta suya, de algo estaba segura y era que lo amaba, lo amaba más que a nada en este mundo.
—sos lo mejor que me pasó, y te amo, te amo con todo lo que soy. Yo acepto, ¡si, acepto! —dije y salté a sus brazos, se encargó de atraparme mientras la felicidad se notaba en el aire.
— ¡no te das una idea de lo que te amo, y de lo feliz que soy ahora mismo! Te amo, te amo con todo lo que soy, preciosa.
—yo te amo a vos, Rodri. Muchísimo. Confesé y lo bese demostrando todo el amor que le tenía ahora mismo, y para siempre.
Quisiera darte todo lo que nunca hubiera tenido, y ni así sabrías la maravilla que es poder quererte.
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Cómo va?!
Antes que tooooodo, bella memories201 este es para ti, gracias por haber esperado, no sabes cuanto lamento la tardanza :( espero que te haya gustado
Y tranca que las que me pidieron historias van a tenerlas, pero a veces tengo problemas para escribir y mi cabeza es aksjksd y no sale nada, pero tranquilas que trato de sacarlas rápido, ok?
