Solo por hoy

Capítulo 3

-Que vas a hacer Kiki?

-No lo sé... No puedo juntar esa suma, ni aunque trabaje el resto de mi vida y pida la paga por adelantado... No sé ni cómo llegue a esta situación.

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Dos días después, seguía en una encrucijada. O no. Una encrucijada es cuando tienes dos caminos para tomar y no sabes cuál. Y lo cierto es que ella no tenía ninguna opción. Como se le llamaba a eso? Estar al borde del abismo?

-No me importaría demasiado si estuviera sola, Mike. Me las arreglaría de alguna forma, siempre lo hice... Pero tengo a Jodie. Es una niña, es su hogar, su seguridad...

-Ojala pudiera ayudarte...-dijo el joven médico en un susurro.

Kirsten lo miro durante un momento con cariño. Mike era un buen amigo, aunque en el fondo supiera que sus intenciones eran otras. Pero como ella no le daba alas al asunto, la cosa se mantenía ahí. Y no dudaba que si tuviera una forma de ayudarla lo haría sin pensar.

-Gracias, Mike... pero yo no necesito ayuda, necesito un milagro.-dijo suspirando y poniéndose de pie- Mejor me voy a trabajar, antes de ceder a la tentación y salir a asaltar bancos...

-Bueno, tienes a tu paciente estrella para entretenerte...

-Sí, seguro... Ojala pueda irse pronto, porque ese circo frente al hospital ya me está cansando. Entre los periodistas y las mocosas que evidentemente no tienen otra cosa que hacer más que venir a gritar aquí... "Orlando, Orlando!"-dijo burlona- Como si el tipo fuera a escucharlas desde el quinto piso... No sé porque la policía no hace algo.

Mike se echó a reír, y ella termino uniéndose a él.

-Al menos nos hace reír, eso ya es algo... Y es una suerte que haya gente afuera, porque en la habitación... La verdad creí que tendríamos problemas con eso...

Kirsten lo miro intrigada. Era cierto, siempre que había alguna celebridad se presentaban problemas con las visitas. Siempre había mucha gente y eso entorpecía el normal funcionamiento del hospital, sin hablar del barullo.

-Que pasa en la habitación?

-Casi nunca hay nadie...-interrumpió Danielle, entrando a la salita de golpe, con una bandeja llena de medicamentos.

-Como que nadie?

-No... La madre se marchó ayer. Y solo hubo un par de visitas...de alguien de los estudios... o un representante, algo de eso. Pero familia, nada... Es raro.

-La verdad que si... Había un par de amigos ayer, cuando fui a revisarlo-tercio Mike- Pero se fueron cuando termino el horario de visita. Esta solo... y en casos así, es extraño. Siempre hay alguien que se queda todo el tiempo, siempre hay familiares... La verdad, es extraño.

Kirsten se quedó pensativa un momento y luego sacudió la cabeza.

-Bueno, como sea, no es asunto nuestro. No estamos para eso. Nuestro trabajo es curarlo y ponerlo de patitas en la calle para que siga con su vida. Y tenemos muchos más pacientes de que ocuparnos...

-Pero a ti te toca el paciente estrella, Kiki...-respondió el medico poniéndole la carpeta de Orlando en la mano- Yo me estoy yendo... y como dijiste el otro día, no hay nadie más... Es todo tuyo.

-Maldición...-murmuro enfurruñada.

Se fue hacia la habitación con Danielle pisándole los talones, pero se detuvo en seco frente a la puerta entreabierta, y se volvió hacia ella.

-No dijiste que estaba solo?

La enfermera se encogió de hombros y se asomó un poco.

-Ah, es ella...-murmuro-No la vi entrar... De verdad que es preciosa...