Capítulo 151

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Abrió los ojos con curiosidad, y lo primero que vio, fue una bandeja sobre su mesa de noche, y en ella, un plato de humeante sopa... Ese era el aroma! El aroma de su niñez... la sopa de su madre.

La caricia se repitió y eso lo despabilo un poco mas.

-Orlando...

Parpadeo dos veces, y luego se volvió bruscamente. Si era un sueño, se veía muy real. Sentada a su lado, en la cama, estaba su madre.

"No es real... no esta aquí, estas divagando", se dijo confuso.

-Vamos hijo... despierta.

Cuando la caricia se repitió nuevamente, atrapó la mano, seguro de que ante el contacto la imagen se esfumaría. No sucedió. Seguía allí, completamente real.

-Mamá?-balbuceo apenas.

Vio la cara de su madre sonreír, mientras se liberaba de su mano y se inclinaba para besarle.

-Hola... si, soy yo.

Se quedo viéndola en silencio, interrogante. Que demonios hacia allí? Y entonces percibió un movimiento detrás de ella. Bass estaba apoyado en el marco de la puerta, con las manos en los bolsillos y mirándolo ansiosamente.

Claro, eso era, él la había llamado...

Sonia tomo su rostro y lo volvió hacia ella.

-Mírame... Si, él me llamo, e hizo perfectamente. Así que no le reproches nada.

Reprochar? No tenia ni fuerzas para hablar, aunque hubiera deseado hacerlo. Pero estaba demasiado cansado y confundido...

-Ahora, escúchame atentamente. Quiero que me ayudes...-continuo su madre-Vas a hacer un esfuerzo y a incorporarte un poco, y vas a tomar un poco de esa sopa.

-No...-dijo apenas cerrando los ojos y negando con la cabeza.

Se sintió repentinamente sacudido cuando Sonia lo tomo por la cara firmemente.

-Mírame, abre los ojos! Y ahora escucha... No se que demonios haya pasado, que te tenga en este estado... Ya me lo contaras después, si es que quieres y si no, lo respetare. Pero lo que no voy a permitir, es que te quedes en esa cama, dejándote...

La mujer se detuvo, como si no se animara a decir "morir", pero a él le quedo muy claro a que se refería.

-No lo permitiré, de acuerdo? Soy tu madre... y no importa lo que haya pasado entre nosotros, te amo... No dejare que te hagas esto... Y como no estas en condiciones de tomar decisiones, yo las tomare por ti. Ahora...-de pronto su tono paso de dulce a tornarse muy firme- o te sientas y dejas que te alimente... y te dejas ayudar, o llamare a un médico y te llevare directo a un hospital.

-No... no puedes...-protesto alarmado.

-Claro que puedo! Soy tu pariente mas directo y tú no estas en tus cabales. Tú  decides. No vas a seguir con esto. O lo haces por las buenas... o lo haremos por las malas.

Orlando parpadeo un par de veces. Hacia muchos días que ya no lloraba, y de pronto ahora le pareció que las lágrimas se le agolpaban en los ojos. Trago con fuerza intentando que no se le salieran... Apenas podía pensar, solo sentir. Y se sentía tan pequeño e indefenso de pronto! Intento incorporarse, pero apenas si pudo moverse. Sonia advirtió el gesto y sonrió.

-Ayúdame Bass...

Entre los dos lograron incorporarlo un poco y que se recostara sobre las almohadas. Luego Sonia le puso una servilleta sobre el pecho y tomo el plato y la cuchara con decisión.

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