Capítulo 94

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-... Ahora quisiera...quitarte l a ropa y que tú me la quites a mi... Se siente diferente.

Kirsten se quedo viéndolo en silencio, casi perdida en sus ojos oscuros y ardientes. No sabia porque, pero su voz casi la hipnotizaba. Se sentía sin fuerzas para resistirse a lo que le pedía. Y en realidad, tampoco quería hacerlo... Asintió levemente... y cerró los ojos.

-Abre los ojos... Mírame

Le obedeció de inmediato y vio que sonreía levemente. Pero su mirada seguía siendo apasionada.

-Tú primero...

-Yo? Que hago?

-Quitame la ropa...

Kirsten se quedo algo tiesa, como si le resultara chocante, y Orlando frunció el ceño. Iba muy rápido...

-De acuerdo, yo me la quito y tú me ayudas?

-Si, creo que es mejor...-dijo algo nerviosa.

Orlando tomo sus manos y las puso a los costados de su cuerpo, hizo que tomara los lados de su camiseta y acompaño él mismo el movimiento, deslizándola hacia arriba, y dejándola caer a un lado.

-No es difícil Kiki... solo es ropa.

Ahora llevo las manos hasta su pantalón y desabrocho el botón superior, mientras sostenía la mano de ella bajo la suya. Entonces bajo apenas la cremallera y llevo la mano de Kirsten hasta allí.

-Sigue tú...-le susurro- y no dejes de mirarme.

Así que no se despego de sus ojos, y sintió que ahora sus manos estaban libres, era ella quien sostenía la cremallera del pantalón. Dudo solo un segundo y empezó a deslizarla hacia abajo con cuidado. Quería evitar el rozarlo, pero fue inevitable. Hubo algo en el rostro de Orlando, muy sutil, muy rápido... pero ella lo noto. Un pestañeo rápido y un leve temblor en sus labios. Se dio cuenta que se dominaba, y que ella había sido la causante de ese leve estremecimiento... Eso la hizo apartar las manos, pero él las atrapo rápidamente y las llevo a sus caderas indicándole con la cabeza que siguiera adelante.

El pantalón estuvo fuera en menos de un segundo, pero ahora si, Kiki metió las manos a la espalda y se quedo muy quieta, mirándolo.

-Me parece que con el resto... aun no puedo.

-No hay resto, Kiki...

Se quedo turbada un momento, sin entender... Entonces bajo la mirada y lo vio. No había ropa interior.

En su apuro por terminar con los pantalones ni lo había notado. Desvió la mirada, ruborizada.

-Oye... ya pasamos por esto ayer. No hay de que avergonzarse...

Estiro la mano y le acaricio la cara. Ok, había sido una pequeña trampa, pero había imaginado que no se animaría a quitarle su bóxer así como así.

-Ahora, puedo yo...?-le pregunto suavemente.

Kiki asintió y él se acerco un poco mas, levantándole la barbilla para que lo mirara a los ojos nuevamente.

-Quieres ayudarme... o que lo haga solo?

-Hazlo solo...-murmuro.

Eso hizo, solo que acompaño cada gesto con un suave beso, muy tenue, casi un toque. Fue desabotonando su blusa, con mucho cuidado, y la deslizo a través de sus brazos, depositando un beso en su hombro. Luego la giro lentamente, para bajar el cierre de su falda, la que cayo a sus pies rápidamente. Entonces le beso el otro hombro, y con suma lentitud, desabrocho su sostén. Instintivamente, Kiki lo sostuvo contra su pecho con las manos, y entonces él le hizo dar la vuelta, y tomando los breteles, tiro de ellos con delicadeza, hasta que ella aparto las manos, y la prenda se deslizo por sus brazos hasta caer al suelo. Se quedo expectante, con los pechos palpitantes y erectos, a medida que él se acercaba, segura de que iba a besarlos. Pero en lugar de eso, Orlando le levanto el mentón y la besó en la base de la garganta, provocandole un ligero estremecimiento.

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