Capítulo 63

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Los dos días que siguieron fueron algo ajetreados y emotivos, así que no hubo tiempo para demasiadas intimidades ni para hacerse planteos. Jen iba y venia de la casa de Orlando, con temas de documentación de la niña, y otros detalles, y la misma casa parecía un poco revolucionada. Orlando mismo tuvo que admitir que le daba un poco de tristeza que Jodie se fuera. Iba a extrañarla de veras. Aun cuando se veían solo los fines de semana, ya estaba acostumbrado a esa rutina, o a hablar con ella por teléfono de vez en cuando, y ahora iba a echarla en falta. Pero trataba de disimularlo y no hacer comentarios al respecto, sobre todo frente a Kirsten. Ya bastante con la cara que ponía cuando creía que nadie la miraba.

Lo que Orlando no sabia, obviamente, era que la causa de esa tristeza, no era solo la partida de Jodie. Él también estaba en los funestos pensamientos de Kiki, que intentaba juntar fuerzas para lo que tendría que hacer apenas Jodie se subiera al avión.

Después... ya vería como sobrellevar las dos semanas que tendría por delante, sola en su casa. Sin Jodie, sin contar con Jen como confidente. Tampoco podría recurrir a Mike. Sola... de verdad.

Pensó que era una suerte que su hija no estuviera ahí en esos momentos. Ya era bastante duro tomar la decisión, como para tener que fingir o ensayar explicaciones para Jodie. En esos días de soledad, pensaría en la mejor forma de encarar el asunto con ella. Aunque era inevitable que sufriera, realmente quería a Orlando...

Y en cuanto a Orlando mismo... no sabia que pensar. Sabia que iba a hacerle daño, pero no podía evitarlo. Mejor ahora, que las cosas aun no se habían puesto serias (eso al menos creía ella), que mas adelante.

El día de la partida, salieron muy temprano. Orlando había insistido en llevar a todos al aeropuerto en su camioneta, así que se fueron directo a buscar a Jen y a Rob. Ahora él conducía, pues Kirsten finalmente le había levantado la restricción al manejo, aunque le aconsejo que fuera de a poco y que fuera prudente. A él le había alegrado enormemente, pues detestaba depender de los demás en ese aspecto... aunque francamente no fuera a ninguna parte solo. Y también insistió en que Kiki continuara usando el Audi como si fuera propio. Ella ni siquiera protesto, solo lo agradeció con una sonrisa. De todas formas no iba a estar allí el tiempo suficiente como para aprovecharlo.

Cuando finalmente lograron cargar equipajes y gentes en el vehículo, todos partieron alegremente hacia el aeropuerto, y el resto de la mañana se fue en trámites, despacho de maletas y una corta espera.

La despedida fue emotiva sin que se pudiera evitar, y aunque Kiki hizo un sobrehumano esfuerzo para no llorar, no pudo evitar tener que darse la vuelta cuando vio a Jodie colgada del cuello de Orlando, y la evidente emoción con que él la estrechaba en un abrazo.

Luego el suyo propio, fue prolongado, como si no quisiera soltarla, hasta que la misma niña se deshizo del abrazo, riendo y diciendo que la ahogaba. Las bromas de Jen y Rob ayudaron a cortar el momento, y en medio de recomendaciones y promesas de llamados diarios, finalmente abordaron...

Orlando y Kiki se quedaron al pie de las escaleras mecánicas, mirando como se perdían de vista, para luego ir hasta los ventanales y esperar el abordaje y despegue del avión. Eso llevo casi una hora mas. Una hora en que permanecieron en silencio, el brazo de él sobre el hombro de ella, sin moverse, y sin hablarse. Hasta que el avión carreteo y levanto vuelo... y Kiki se echo a llorar sin poder evitarlo.

Indiferente a algunas fotos que se tomaban a su alrededor, Orlando la estrecho en un abrazo y ella se refugio en su pecho, apretándose contra él.

-Vamos... no exageres, no se va a al fin del mundo ni a la guerra, Kiki. Solo son unos pocos días...

Kirsten levanto el rostro, surcado de lágrimas, hacia él.

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