Capítulo 67

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Casi corrió por el pasillo con ella en brazos, aferrada a su cuello, para volverse en la puerta de la habitación.

-Esta noche no, Sidi, lo lamento!-dijo excitado mientras cerraba la puerta de una patada.

Deposito a Kirsten sobre la cama, sin ni siquiera encender las luces. El suave resplandor de la luna, entraba apenas por la ventana, dejando la habitación en medio de una luz azulada.

Ella se echo a reír mientras lo atraía hacia si, y empezaba a besarlo, y se apretó contra ella, metiendo su pierna entre sus piernas, presionando. La sintió empujar con su propio cuerpo y en un segundo estaba sobre él, y el roce sobre su sexo empezó a tornarse insoportable. El deseo de poseerla era tan grande! Pero él no era así, le gustaba ir mas despacio. Así que la ladeo un poco y siguió acariciándola, metiendo la mano bajo su ropa, para sentir otra vez su piel. Dios! Era tan suave, tal como había imaginado... y se erizaba a su contacto, le respondía con estremecimientos. Deslizo la mano con cuidado hacia abajo, entre sus piernas, sin encontrar ninguna resistencia. Mas bien todo lo contrario, pareció abrirse para el, y emitió un gemido sordo, que casi lo enloqueció. Se aparto un poco tratando de controlarse y dominar la situación.

-Espera... espera... dame un segundo. Ahora vuelvo...

Se salio de la cama a los tropezones y se metió al baño, inspirando profundamente, tratando de acallar un poco su urgencia.

"No eres un conejo, maldición, cálmate", se decía mientras empezaba a quitarse la ropa a toda velocidad. Cuando llego a la ropa interior se volteo un poco... y se vio en el espejo.

Se quedo petrificado ante su propia imagen... Parecía un animal... o eso sentía al verse. Excitado, descontrolado.

"Que estas haciendo?... Que haces?!"

Las preguntas resonaron como campanas dentro de su cabeza, y en un repentino impulso, abrió el grifo del lavabo y se lavo la cara repetidamente con agua fría, refrescándose la nuca. Se quedo con las manos apoyadas allí, resoplando.

Que demonios había estado a punto de hacer? Estaba loco? Esta no era la forma! Estaba ebria! Ebria como aquella noche... Si algo sucedía, no se lo iba a perdonar jamás! No podía aprovecharse de esta situación, él no estaba tan borracho como para no comprender la importancia de sus actos, sabia bien lo que estaba haciendo!

"Si mañana despierta habiendo tenido sexo contigo...", le dijo a su figura en el espejo, "así... en estas circunstancias... te va a odiar. Jamás te va a perdonar algo así. Lo echaras a perder... Y tú tampoco quieres eso, verdad? Que despierte en la mañana y no recuerde la primera noche que paso contigo... Seria espantoso. No puedes Orlando, no puedes hacerlo... aunque te mueras de ganas, no puedes."

Golpeó el lavabo con fuerza con ambas manos, y empezó a caminar frenéticamente por el baño. Suerte que era grande, ya que sus zancadas eran largas y enérgicas. Necesitaba descargarse, calmarse, antes de salir de allí. Y como iba a salir? Medio desnudo como estaba?

Empezó a vestirse rápidamente, preguntándose como demonios iba a manejar la situación ahora... Tal vez si se demoraba un poco, ella se dormiría, y todo acabaría ahí. Con este pensamiento se sentó sobre el inodoro, cruzando las manos y golpeando con el pie en un gesto de impaciencia.

"Y que tal si al ver que tardas, de pronto se mete al baño?"

Se levanto de un salto y alcanzo la puerta en dos zancadas, para luego echarle llave, apresuradamente.

Volvió a dejarse caer en el inodoro y a mirar la puerta fijamente. Entonces se dio cuenta de lo inverosímil de la situación.

"Dios, esto es ridículo!... Peor, es patético!", pensó mientras se tomaba la cabeza. "Que se supone que haga? Pasar la noche aquí?"

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