Capítulo 103

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La ropa había quedado abandonada sobre la arena.

Subió los escalones rápidamente, con Kiki aferrada a su cuello. Ella se apretaba contra él sintiendo el calor de su cuerpo, pero se sorprendió al ver que pasaba la cama de largo y subía los escalones del jacuzzi depositandola dentro con cuidado y metiéndose detrás de ella. El agua allí era mas cálida que en el mar, y seguía burbujeando alegremente. Eso le producía una sensación extraña, como de relax y excitación a la vez... se sentía cómoda y relajada, y excitada ante lo que imaginaba podría venir.

Y la mirada de Orlando, parecía ayudar mas aun a esa sensación. Parecía comérsela con la mirada, mientras reptaba suavemente sobre ella y empezaba a besarle...

A los besos le siguieron las caricias... Las tímidas y las que empezaban a aventurarse mas allá, dentro casi de su intimidad, solo por un segundo y luego volvían a sus pechos, a su vientre... y la sensación cálida la envolvió por completo.

Esta vez no se quedo pasiva... Instintivamente empezó a devolverle cada caricia, cada toque, a imitar cada uno de sus movimientos, y a mirar embelesada como su rostro le mostraba la imagen de un hombre sucumbiendo a la pasión.

Las caricias y los gemidos de ambos empezaron a ganar en intensidad. Y ante eso, Orlando perdió la cabeza por completo por primera vez. Simplemente la soltó y se echo de espaldas en la bañera, y la dejo hacer a ella, que sorprendida ante su repentino abandono, solo atino a seguir con sus caricias, viendo como se excitaba mas y mas, hasta que estallo y se sacudió dentro del agua, y ella se hizo a un lado, mirándolo fascinada. El se quedo con los ojos cerrados un momento, como recuperando el aliento y luego los abrió, mirándola casi con adoración.

La saco del agua en un segundo, antes de que pudiera reaccionar y la envolvió en una toalla, secándola concienzudamente, y cada toque de su mano, cada centímetro de su piel que él frotaba parecía arder, pues su ansiedad no se había calmado, seguía intacta e inflamándose cada vez mas. No se resistió cuando la acostó sobre la cama y empezó a besar cada centímetro de su cuerpo, cuando empezó a recorrerla con su lengua, jugueteando con cada rincón de su femineidad, aun allí donde hasta ahora solo se había aventurado su mano. Dio un respingo cuando toco su intimidad, no de temor, sino de placer, y aferro las sábanas con sus manos, tratando contener sus gemidos. Pero esos se le escapaban sin que pudiera evitarlo, y sus caderas se elevaban por si solas, y él seguía allí, lamiendo furiosamente hasta que le arranco un grito, y ella se sacudio de forma violenta gritando otra vez, pero su nombre.

***

-Auch!

El grito y el golpe de algo metálico contra el suelo, la despertaron sobresaltada. Pego un respingo en la cama y se incorporo rápidamente, mirando a su alrededor. Lo primero que advirtió es que aun seguía desnuda, y en medio de su confusión, se envolvió en la sábana, y se puso de pie, buscando a Orlando con la mirada.

Lo vio en la cocina, detrás del desayunador, donde seguia echando maldiciones mientras se envolvía la mano en un paño, con gesto dolorido.

-Mierda...

-Que sucede?-dijo acercándose a él por detrás.

Orlando se volvió, con gesto sorprendido y culpable, y entonces Kiki advirtió la fuente y su contenido desparramado en el piso. Parecía pollo y patatas, o eso era hasta que se había estrellado allí.

-Que te paso?-volvió a preguntar.

-Nada... se me cayo. Lamento haberte despertado...-tartamudeo.

-No importa... Que le paso a tu mano?

-Nada... una tontera, no es nada...

Trato de esconder la mano tras de si, pero Kirsten la atrapo y le quito el paño. Tenia una larga quemadura en la palma de la mano.

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