Capítulo 38

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Se lavo la cara y se miro al espejo durante un rato, para examinar si quedaban rastros del estallido de la noche anterior. No encontró nada que la delatara y eso la dejo satisfecha. No quería que el se diera cuenta de cómo se había sentido, mas cuando ella misma no sabia muy bien que hacer con esto.

El llanto se le había salido de una forma espontanea, sin darle tiempo ni siquiera a intentar dominarlo. Había llorado un largo rato sintiéndose muy mal y muy estúpida y luego... simplemente se había quedado dormida. Así que no había tenido tiempo aun de analizar su reacción. Volvió a la habitación y miro la ropa que estaba sobre la silla. No tenia deseos de cambiarse, aun no. En casa, cuando tenia días libres, desayunaba en pijamas y luego se duchaba y se vestía. No se suponía que esta era su casa, al menos por un tiempo? Entonces es lo que iba a hacer. Al demonio con todo!

Se puso la bata y tomando el pomo de la puerta, quito la llave, pero no la abrió. Otra vez se pregunto para que demonios hacia eso. Acaso imaginaba que el iba a entrar de golpe, como aquella noche, abriendo la puerta como poseso para... Para que? Que se suponía que hubiese hecho anoche si abría esa puerta? Tratar de hacer algo con ella?Claro que no! Para eso se había traído a la zorra pelirroja...

"Es la segunda vez que la llamas zorra. Tu que demonios sabes? Tal vez es maestra de escuela... Si, claro, con esas piernas...", se dijo a si misma.

Volvió hacia la cama y se dejo caer en ella, con un suspiro desanimado.Estaba pensando un montón de tonterías, como si fuera una colegiala, cuando en realidad debería plantearse porque se había puesto de ese modo.

Que había de malo en que metiera una chica a su cama? Estaba en su casa,tenia todo el derecho! Y como ella misma le había dicho, no tenia porque pedirle permiso para hacerlo. Pero una cosa era decirlo y otra muy diferente, verlo allí, frente a sus ojos. Darse cuenta que mientras ella estaba metida como una "nerd" dentro de la computadora, él estaba a pocos pasos haciendo el amor con esa... y ella ni siquiera lo había notado. No había sentido ni siquiera un ruido. Eso que significaba? Que había estado distraída o que él era muy silencioso para estos menesteres?

"Que te importa?! No debe importarte!"

Pero le había importado. De hecho, se había sentido lastimada, una tontería... como si él le hubiese faltado el respeto.

Pero bueno, ahora se había quitado las ganas y seguro todo estaría mas tranquilo, se dijo. A eso se reducía todo? Toda esa tensión entre ellos... esos momentos incómodos... solo eran eso? Tensión sexual de parte de él, necesidad? Significaba que podía ser con ella como con cualquier otra.

"Por supuesto, solo necesitaba una mujer que le diera lugar a sus avances,nada mas. Y mira que rápido la encontró" En ese momento se felicito de haber sido lo suficientemente fría como para no dejar que las cosas avanzaran.

"No es cuestión de frialdad, Kiki. No hubieran avanzado aunque esto de anoche no hubiera sucedido y lo sabes...", dijo una vocecita dentro de su cabeza.

Bueno,como fuera, seguro había ayudado. Ya se sentía mas segura de si misma. Esa tontería llorosa no volvería a repetirse, y las cosas habían vuelto a su lugar. Ella era su doctora, a lo sumo una amiga momentánea, y nada mas.

Echándose el cabello hacia atrás, miro la hora. Aun era temprano, probablemente aun dormía, después de su lujuriosa noche, así que no corría peligro de cruzarle por un rato.

Salio decididamente hacia la cocina y se encontró con Susy que acababa de llegar.

-Buenos días, doctora.

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