Se fue directo hacia la entrada para buscar el periódico, abrió la puerta y... se quedo petrificada, mirando hacia fuera.
Allí en el porche, justo junto a su puerta, echo un ovillo en el suelo y durmiendo, estaba Orlando.
Se quedo un segundo como suspendida, y luego instintivamente se agacho a su lado y le toco un brazo.
-Orlando?
Este abrió los ojos y se sentó sobresaltado, mirando alrededor con gesto confuso. Luego se quedo con la vista fija en Kiki, sin decir palabra.
-Que haces aquí?
-Te dije que no iba a irme...-murmuro con voz ronca.
-Si, pero... me asome en la madrugada y no te vi, pensé...
-Pensaste que había desistido? No... solo busque refugio. La moto se estropea si la dejas mucho tiempo bajo la lluvia.
Señalo mas allá de ella, y Kirsten se volvió. La motocicleta estaba estacionada al fondo del porche, a buen resguardo, en un lugar que ella no podía observar desde la ventana. Volteo hacia Orlando otra vez, con incredulidad.
-Buscaste refugio por la moto? Y te quedaste ahí toda la noche, mojado? Estas loco?
-Eso no es novedad... ni tampoco que soy un cabeza dura. Eso ya lo sabes de sobra. Y aquí seguiré hasta que...
-Basta, cierra la boca! Levántate de ahí...-lo interrumpió enojada.
Orlando se puso de pie, algo tambaleante, pues se sentía todo entumecido, y sin previo aviso, Kirsten lo tomo del brazo y lo arrastro hacia adentro, cerrando la puerta tras él.
Ni siquiera pensó en lo que hacia. Verlo en estado... era mas fuerte que ella. No podía dejar que se quedara así, sentado a su puerta.
Se volvió hacia él mirándolo, sin saber muy bien que hacer. Había respondido a un impulso, pero... y ahora que?
En este momento, él se estremeció con un escalofrío, y eso la saco de dudas. Tomo su mano, y se alarmo un poco.
-Estas helado!
-Si, hizo frío...
Sin prestarle demasiada atención a lo que decía, Kirsten empezó a tocar su ropa. La campera, aunque era de cuero, parecía haber dejado pasar el agua.
-Estas empapado!
-Si, eso creo...-se sonrió temblando un poco.
-Dios santo... que voy a hacer contigo?... Ve a la cocina, yo voy por una toalla. Quítate esa campera y te daré un café caliente. Y luego te marchas a tu casa a cambiarte de ropa de inmediato, me oíste?
Kirsten se marcho y él se volvió hacia la cocina, se sentía demasiado cansado como para discutirle y ademas... le encantaba cuando lo trataba así. Le hacia recordar viejas épocas.
Kirsten busco en su armario una toalla bien grande, mientras sostenía una pequeña lucha interior.
"Si no quieres saber nada de él, no debiste dejar que entrara... Pero que iba a hacer? Dejar que se enferme por mi causa? Es lo último que quiero que suceda... Le daré algo caliente y lograre que se marche, y ..."
Todo esto pensaba mientras volvía hacia la cocina, y allí se detuvo en la puerta. Orlando estaba sentado, pero no se había quitado la chaqueta. Solo estaba cruzado de brazos, como si tuviera mucho frío y con la cabeza apoyada sobre la mesa.
-Orlando, estas bien?-dijo acercándose y tocándole la espalda.
Él solo volvió la cabeza hacia ella y sonrió desmayadamente.
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Solo por hoy
FanfictionOrlando Bloom, vive un momento personal algo complicado. Sin pareja y con problemas familiares, se refugia en su trabajo, tratando de ignorar su soledad. Por otra parte, Kirsten, madre soltera y médica, trata de sobreponerse a las dificultades diari...