Orlando se subió al auto rápidamente y se quedo mirando al frente sin decir palabra.
-Estas bien?- susurro Kiki después de un momento.
Él solo asintió con la cabeza, pero ella noto que le temblaban las manos. No, no estaba bien, eso era definitivo.
-Quieres que yo conduzca?
Dudo un momento y volvió a asentir con la cabeza, para luego bajarse del auto y dejarle el lugar frente al volante, mientras daba la vuelta y se ubicaba en el asiento del acompañante.
Ella puso el auto en marcha, pero al volver la cabeza hacia él, vio que tenia la suya volteada hacia la ventanilla, mirando hacia fuera. Ahora ya sabia bien lo que eso significaba. Quería silencio, así que echo a andar el automóvil, y puso toda su atención en la conducción. Esto de ir por el lado contrario... era su primera vez, asi que tuvo sumo cuidado. Se guió bastante bien por las calles londinenses, por suerte había estado atenta al camino, porque Orlando no dijo ni una palabra hasta que llegaron al hotel.
Una vez en la habitación solo se dejo caer en la cama y se quedo sentado con las manos entre sus rodillas mirando el suelo. Kiki se quito el abrigo y se acerco a él con cuidado. No entendía bien su actitud, a fin de cuentas las cosas no habían salido tan mal, se había quedado con la casa. Entonces porque estaba así? Que había pasado con su madre y su hermana?
Se acerco a él y le levanto la cara hacia ella.
-Que tienes?
-Nada.-dijo sacudiendo la cabeza.
Pero sumirada no le decía lo mismo, había un resto de lágrimas ahí...
-Estuviste llorando?
-No, para nada.-respondió firmemente, pero el temblor en sus labios lo delato.
Kiki reacciono instintivamente atrayéndolo contra su cuerpo y a la vez él hizo lo mismo, abrazándose con fuerza a su cintura, mientras ella le acariciaba la cabeza.
-Acepte quedarme con la casa.-dijo en un susurro.
-Entonces que paso de malo?
-Nada.
-No me quieres contar que paso?
Silencio.
-No quieres hablar?
-No.-murmuro por lo bajo, pero sin soltarla.
Se quedaron así un largo rato, solo mirando como nevaba a través del ventanal. Finalmente Orlando aflojo su abrazo con un suspiro.
-Quieres que pida algo de cenar?
-No, no tengo hambre...
Volvió a quedarse en silencio y Kiki empezó a sentirse algo desorientada, no sabia que hacer.
-Que quieres hacer Orly?-pregunto finalmente.
-No vas a enojarte?
-No...-respondió sorprendida.
-Quisiera quedarme solo...
Eso la sorprendió mas aun, debía sentirse dolida, aunque en el fondo lo entendía. Lo que fuera que hubiera pasado, necesitaba digerirlo y pensarlo a solas. Aun cuando deseara acompañarlo, tenia que respetar sus deseos.
-No voy a enojarme por eso, que tontería... Esta bien. Te dejaré solo, pero si me necesitas, estoy allí...-dijo con una sonrisa, señalando la puerta-... a unos pocos pasos, de acuerdo?
Le dio un suave beso y salio de la habitación, cerrando la puerta.
Ella tampoco tenia apetito, se le había quitado por completo. Se desvistió y se metió a la cama. Miro un rato de televisión, intento leer un rato y finalmente apago la luz. Estaba cansada. El viaje desde Kent y tanta tensión durante la tarde la habían dejado agotada. No imaginaba entonces como debía sentirse él... No creía que hubiera tenido una pelea con su madre. La tensión entre ellos parecía haberse aflojado un poco cuando se marcharon, pero de todas formas... Esa mujer tenia el poder de ponerte nervioso, al menos con ella lo había logrado. Parecía ver a través de uno, como si te leyera los pensamientos, te evaluara y te etiquetara... Seria verdad eso de que nunca se equivocaba? Bueno, al menos en lo de Miranda no había estado tan errada, eso era cierto...
"Y si ella no hubiera acertado... yo no estaría aquí ahora, eso es seguro...", pensó mientras sus ojos iban cerrándose y el sueño iba ganándola.
Se despertó sobresaltada, con la sensación de que alguien la observaba. Se estiro en la cama, segura de que había sido un mal sueño, mientras abría apenas los ojos, para comprobar la hora en su reloj. Aguzo un poco la vista a la tenue iluminación que la luna ponía en su cuarto...
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Solo por hoy
FanfictionOrlando Bloom, vive un momento personal algo complicado. Sin pareja y con problemas familiares, se refugia en su trabajo, tratando de ignorar su soledad. Por otra parte, Kirsten, madre soltera y médica, trata de sobreponerse a las dificultades diari...