Capítulo 114

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Orlando metió el bolso en la cajuela del Mini Cooper y la cerro con un golpe seco, quedándose con las manos apoyadas sobre el auto. Desde que se habían despertado esa mañana, estaba ayudando a Kirsten a guardar sus cosas, y no era nada fácil.

Estaba haciendo un verdadero esfuerzo por no arruinar el momento, ni ponerse dramático, ni nada. Pero le costaba bastante, sobre todo porque ella parecía entusiasmada, y eso le dolía un poco.

"Que esperabas? Que llorara por los rincones porque vuelve a su casa, con su hija y a un trabajo que la apasiona?" 

No, tampoco tanto, pero al menos que mostrara un poco de... congoja o tristeza o... algo.

Sabia que tenia que volver arriba, pero se quedo unos momentos mas allí. Era una manera de seguir tomándolo con calma, y también de retrasar un poco la partida. Aunque ya no quedaba mucho mas... estaba cerrando la maleta, y eso era todo. En un rato, habría salido de la casa, y él tendría ya tiempo de empezar a extrañarla apenas cruzara la puerta, y sentirse miserable. Con un profundo suspiro, se encamino a las escaleras y empezó a subir lentamente.



En el cuarto, Kirsten cerro la maleta definitivamente. Luego se puso las manos en la cintura y dio una mirada en derredor. Iba a extrañar esto... la casa, la calma en las mañanas, a Susy dando vueltas por allí, los ladridos de Sidi... Se asomo al pasillo y se apoyo contra el marco de la puerta mirando hacia la habitación de Orlando.

"Y allí esta lo que mas voy a extrañar... Despertarme por las mañanas con tu respiración cerca de mi cara, sentir tu calor en las noches... A ti. Dios, como te voy a extrañar!", pensó con algo de melancolía.

Pero eso no hizo tambalear su decisión para nada. Estaba convencida de que era lo mejor. También para él, aunque ahora no pudiera verlo. Si se acostumbraban a vivir el uno pegado al otro constantemente, al final la relación terminaría resintiéndose. Hasta la psicóloga había estado de acuerdo con eso. Todo a su tiempo, se dijo. No tenia intención de dejar la casa para siempre. Obviamente pensaba volver, pero en otras circunstancias, de otra manera... Volver como pareja de Orlando, volver con Jodie, volver para formar una familia definitivamente. Se volvió y miro la pequeña pila de ropa que estaba junto a la maleta, y tomándola fue a depositarla sobre la cama de Orlando, junto con su cepillo de dientes. Ojala entendiera el mensaje...



Orlando entro al cuarto y se quedo mirando la maleta fijamente. Luego sin decir palabra, la tomo y salio rápidamente para llevarla al auto. Kiki se quedo suspirando. Realmente lo estaba intentando... El que ella no notara que estaba triste. Pero se le salia por los ojos. Ya le había sorprendido esa mirada dos o tres veces durante la mañana, pero no sabia que mas hacer...

Se quedo echando una última mirada al cuarto, y luego fue por la casa,para ver si no se le olvidaba nada. Finalmente volvió al cuarto de Orlando y se lo choco en la puerta. Venia con su ropa y su cepillo de dientes en las manos.

-Se te olvido esto.-le dijo casi sin mirarla.

-No... no se me olvido.

Se lo quito de las manos y volvió a ponerlo sobre la cama.

-Esto se queda aquí... si no te molesta.

Orlando la miro interrogante, y ella siguió con una sonrisa, tratando de sonar casual.

-No tiene sentido que deje cosas en aquel cuarto, Orlando. Ya hace mucho que no lo uso... Y los fines de semana, bueno... voy a dormir aquí contigo. Hablare con Jodie, o podemos hacerlo los dos si quieres... Le explicaremos.

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