Capítulo 124

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Johnny estuvo conduciendo su auto alquilado hasta bien entrada la noche. No había regresado al hotel, al salir de casa de Orlando. Había preferido esto, tratar de aturdirse o despejarse... o calmarse. No sabia bien que. Lo que quería era quitarse la molesta sensación que tenia desde que había visto a esa niña. Pero no lo lograba. Por mas que lo intentaba, la imagen de Jodie Donovan parecía clavada en sus retinas. Y ya no sabia muy bien, si de verdad era así como la veía, o su imaginación desbocada le estaba agregando detalles, gestos, rasgos, que en realidad no estaban allí.

Tenia la idea por allí, rondando su cabeza, y estaba haciendo un enorme esfuerzo por no dejarla entrar. Tal vez si la ignoraba, simplemente desaparecería, se borraría de su mente, lo olvidaría. Pero el caso es que no lo lograba y estaba empezando a sentir miedo. Y eso que ni siquiera se había detenido a analizar el asunto.

Condujo hasta que se canso, luego fue al bar de su amigo, se comió algo en un sitio apartado, trato de bromear bastante con él y se tomo mas copas de las recomendables, teniendo en cuenta que tenia que conducir hasta el hotel. Para cuando llego a su habitación, se sentía bastante adormilado y termino echándose en la cama, vestido como estaba, antes de que se le quitara el efecto. No quería correr el riesgo de despabilarse y pasarse la noche en vela, con eso que no quería ver.

Se durmió después de un corto rato y soñó, gran parte de la noche... Soñó con su casa en París, con su mujer. Con su pequeño Jack, pero sobre todo con Lily Rose. Lily jugaba en el jardín, corría y se reía y su rubio cabello parecía casi blanco a la luz del sol. Después lo veía y corría hacia él, que la recibía con los brazos abiertos. Mientras la abrazaba y la tenia contra su pecho, Lily le decía al oído que tenia una nueva amiguita que quería que conociera. Pero no había nadie mas allí, solo ellos dos. Entonces la aparto para explicárselo, y de pronto ya no era Lily... era Jodie Donovan.



Se despertó muy temprano, con una horrible resaca y bastante angustiado, aunque no podía precisar la razón de eso. O si, pero se negaba a aceptar que el recuerdo de esa niña lo inquietara de esa forma. Se dio una ducha monumental, y se tomo dos tazas de café con el desayuno, mas un par de aspirinas, tratando de que su animo mejorara. Para las nueve seguía en el mismo estado... y tenia todo un largo día por delante. En un repentino impulso, salio del hotel, tomo el auto y se fue directo a casa de Orlando. Imagino que para esa hora Kirsten ya no estaría allí. No deseaba cruzarse con ella, no por ahora. Mas bien necesitaba distracción...

"No te engañes... No vas en busca de distracción, vas en busca de información, que es bien distinto..."


Cuando llego a la casa, tuvo una punzada de culpa. Orlando aun dormía,aunque Susy le aseguro que estaba mucho mejor. De todas formas tenia orden de la doctora de no permitir que se levantara, le dijo, así que suponía que la compañía no le vendría mal.

Se quedo sin saber que hacer, y justo cuando ya estaba pensando en irse y regresar mas tarde, Orlando apareció por la cocina.

-Que diablos hace levantado? Vuelva a la cama inmediatamente!-lo reprendió Susy.

-Hace rato que estoy despierto... Hola Johnny...-se interrumpió para luego continuar-... y ya tengo hambre.

-Pues me hubiera llamado. Vuélvase a la cama, ahora le llevo el desayuno.

-Vamos, hazle caso. No seas criatura...-intervino Johnny sonriendo al ver su cara de desagrado y mientras lo empujaba hacia la habitación.

-Usted también desayunara Sr. Depp?-grito Susy a sus espaldas.

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