Cuando la volteo levemente y empezó a besarla, la cabeza le daba vueltas, y le pareció que hasta la habitación giraba y el mismo calor de la chimenea se transmitía a su cuerpo, pero como si viniera de dentro, casi ahogándola. No lo detuvo cuando metió la mano bajo su ropa, y empezó a acariciarla, a recorrer sus formas. No lo detuvo, cuando empezó a besarle el cuello y ella echo la cabeza hacia atrás, con deleite. No detuvo la caricia rápida y descuidada que deslizo entre sus piernas. A duras penas escucho el sonido de su voz, ahogándose contra uno de sus pechos.
-Por favor, Kiki, por favor... te necesito...
Fue recostándola en el piso, y entonces... sucedió. El frío contacto del suelo sobre su espalda desnuda, ya que tenia el sweater levantado, pareció enviar a su mente flashes de otra época, otro momento... Abrió los ojos desmesuradamente, tratando de controlarse, y volvió a cerrarlos, rogando con fuerza.
"Por favor Dios, ayúdame, permiteme hacerlo... por favor!".
Pero la imagen volvía a su mente y necesito abrir los ojos nuevamente para corroborar que seguía allí, en Kent... y que era Orlando. Él la sintió ponerse tensa, y volvió a suplicar.
-Por favor Kiki...
-Yo...-balbuceo, pero ya no podía concentrarse, sintió el miedo avanzar como si un frío le recorriera el cuerpo, y puso sus manos en el pecho de Orlando, empujando hacia arriba.
-Orlando, por favor... no.
Él se detuvo de inmediato, pero se quedo un momento sobre su cuerpo, como si tuviera que juntar fuerzas para moverse de allí. Luego se levanto de un salto y se alejo de ella, poniéndose a dar vueltas por la sala. Parecía enojado... Kiki se incorporo, arreglándose la ropa y con las lágrimas casi saltándole de los ojos.
-Lo siento...-murmuro- Por favor... perdóname, no te enojes.
Orlando se paro frente a la chimenea apoyándose en esta, como si tratara de dominarse, y ella solo se retorcía las manos. No sabia que decir ni que hacer. Hasta que él se volvió y se apoyo de espaldas con las manos en los bolsillos, aparentemente mas calmado.
-No estoy enojado contigo, es conmigo... No estoy cumpliendo lo que prometí, Kiki. La verdad, por momentos, se me hace muy difícil...
-Yo... es mi culpa. Te dejo avanzar... vas a pensar que soy una histérica, que deja que las cosas lleguen a un punto... solo para después decirte que no. Pero te juro que no es eso...
-Entonces, que es?
Silencio.
-Me ayudaría mucho... que me dijeras que sientes.
Kirsten agacho la cabeza... Se odiaba, se detestaba. Odiaba lo que era, en lo que la habían convertido. Odiaba lo que le hacía a él...
-Esta bien-continuo él- te diré lo que yo creo, lo que percibo... Yo siento... Yo sentí, hace un momento, que te gustaba... me pareció que querías que siguiera adelante... Y luego, paf! Algo pasó. Recuperaste la cordura, no se... El tema es, Kiki, que yo siento... siento con mucha fuerza... no se como explicarlo...
Se desesperaba por encontrar las palabras, sobre todo ahora que veía que ella lo miraba con atención.
-Siento... lo que te provoco. Se que te provoco cosas, se que las sientes con mucha fuerza... y el ser yo él que logra que te sientas así, me... excita de una forma, como no imaginas. Realmente tengo que hacer un gran esfuerzo, porque me encanta... Y tengo la sensación de que a ti te pasa lo mismo, aunque estoy seguro de que no lo vas a admitir. Entiendo tus razones para que no concretemos esto... te prometí esperar. Pero me gustaría que al menos me dijeras... si te gusta. Si no son alucinaciones mías... si de veras te provoco algo tan fuerte como lo que yo siento.
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Solo por hoy
Fiksi PenggemarOrlando Bloom, vive un momento personal algo complicado. Sin pareja y con problemas familiares, se refugia en su trabajo, tratando de ignorar su soledad. Por otra parte, Kirsten, madre soltera y médica, trata de sobreponerse a las dificultades diari...