Las últimas imágenes coherentes que Orlando recordaría después, tenían que ver con el momento en que se subió a la camioneta para huir. Después de eso, no lograba recordar nada. Tendría apenas sensaciones difusas, como un sueño que no logras recordar del todo, y que tampoco se referían a imágenes propiamente dichas, sino a voces... a la voz de Kirsten mas precisamente. Aunque no recordara que le había dicho exactamente, sino la cadencia, el tono. Solo eso, hasta este momento, esta especie de despertar en medio del dolor, y una sensación molesta en la garganta, como si tuviera algo atascado. Intento tragar para quitársela, pero no pudo, y el dolor se hizo un poco mas fuerte. No supo en que momento empezó a ceder, y entonces la escucho. Claramente escucho la voz de Kiki, pidiéndole que despertara, y sintió que le sostenía la mano, porque era su mano... estaba seguro. Recordaba como su pequeña mano cabía dentro de la suya, como si encajara allí, como si ese fuera su lugar natural. Y se forzó a abrir los ojos...
Tardo unos segundos en acostumbrarse a la luz, y entonces empezó a buscarla.
Su rostro ansioso apareció delante de él, una mezcla de lágrimas y sonrisas, y sintió una caricia suave en su rostro. Hubiera querido decir algo... decirle que la amaba primero, y preguntar que había sucedido después. Pero entonces su rostro fue desviado al otro lado, y se encontró con una cara desconocida, un médico. Y a partir de allí, las cosas se precipitaron sin que pudiera detenerlas.
El hombre le hablaba, pero no esperaba que le contestara. Mas bien se respondía solo... y actuaba también.
-Orlando, soy el doctor Murray. No puedes hablar porque tienes un tubo en la garganta, que te ha estado ayudando a respirar. Pero ya no lo necesitas, verdad?-le decía mientras iba apagando unos interruptores y le pareció sentir como una especie de opresión en el pecho.
-Ahora-continuo el hombre con rapidez- te lo voy a quitar, para que estés mas cómodo. Cuando yo te diga vas a toser, bien fuerte y sacaremos esta cosa, de acuerdo?
Antes de que pudiera siquiera razonar en lo que le decía, escucho la voz del hombre, amable pero firme.
-Ahora, tose! Vamos Orlando!
Lo hizo casi por reflejo, y entonces tuvo una espantosa sensación. Algo tiraba hacia fuera de su garganta y era como si su esófago fuera a irse con eso. Tuvo una dolorosa sensación de ardor en la garganta y una mas fea aun, de ahogo, de que le faltaba el aire. Y entonces de pronto, la cosa salio del todo, y él tosió con fuerza, medio ahogado y asustado, presa de nauseas.
-Ya esta, ya esta... ahora solo respira profundo.-escucho la voz de Kiki.
Tuvo otro acceso de tos, y el aire pareció inundar sus pulmones de golpe, y aunque se sintió aliviado, aunque el ahogo desapareció, tuvo un acceso de dolor muy fuerte.
Se quedo por un rato, dolorido y confuso, con el corazón latiendole a mil, y apretando la mano que lo sostenía. Hasta que fue calmándose, y el dolor cediendo un poco, y solo le quedo agotamiento.
Volvió a abrir los ojos y a encontrar la cara del médico.
-Bien, ya esta. Ahora descansa... Mas tarde hablaremos.
Intento decir algo, pero las palabras no le salían. Sentía la garganta seca e inflamada.
-Orlando...
Se volvió apenas hacia la voz, la única que quería escuchar. Kirsten le sonreía, y parecía mas tranquila. Ahora la veía mas claramente, y vio que tenia moretones en la cara, y un... un yeso?
Ella pareció advertir la pregunta en como fruncía el ceño, y se apresuro a tranquilizarlo.
-Estoy bien, solo son golpes tontos, cielo. No te preocupes, estoy bien. Ahora descansa, y duerme. Yo te cuidare, me quedare a tu lado... y cuando despiertes, estaré aquí. Descansa...
ESTÁS LEYENDO
Solo por hoy
FanfictionOrlando Bloom, vive un momento personal algo complicado. Sin pareja y con problemas familiares, se refugia en su trabajo, tratando de ignorar su soledad. Por otra parte, Kirsten, madre soltera y médica, trata de sobreponerse a las dificultades diari...