Solo por hoy

Capítulo 4

Danielle se desplazaba por el pasillo, empujando una mesita llena de implementos médicos y atenta a que las ruedas no se engancharan en los desniveles que el piso tenía en esa parte. No tenía ganas de recoger todo del piso otra vez, como le había sucedido ayer. Tan concentrada iba, que casi se chocó con un hombre que venía en sentido contrario.

-Ay, disculpe. No lo vi venir.

-No se preocupe... tal vez pueda ayudarme.-le contesto.

Entonces lo miro, y tuvo que levantar bastante la cabeza para hacerlo. Era alto, muy alto, y su cara angulosa y bien parecida le pareció conocida por un momento. Tenía la sensación de haberlo visto antes.

-Estoy buscando la habitación del Sr. Bloom...-continuo el hombre.

-Si..., pero no es horario de visita, señor. No hasta las cuatro. Solo los familiares...

-Soy familiar, soy su primo.-la interrumpió.

-Claro! Ahora ya sé de donde lo conozco!-exploto ella con una sonrisa, y el hombre miro alrededor sonriendo también, algo incomodo

-Usted es el fotógrafo! Vi sus fotos de la Antártida! Me encantaron! Su trabajo es muy bueno, lo felicito!

-Gracias... se lo agradezco de verdad, pero si pudiera ayudarme a encontrar la habitación de mi primo...

-No! Primero tiene que hablar con la doctora! Desde ayer que quiere hablar con alguien de la familia!

-Como que con alguien...? Que, no hay nadie aquí?-pregunto confundido.

-No se mueva de aquí! Enseguida se la traigo!

La joven corrió pasillo arriba abandonando la mesita, y al hombre que se quedó sorprendido y confuso. Apenas un momento después apareció de vuelta, secundada por una doctora rubia, que le tendió la mano amablemente.

-Soy la doctora Donovan. Tengo entendido que es familiar del señor Bloom.

-Sebastián Copeland, encantado-dijo estrechando su mano con firmeza, lo que a ella le agrado instantáneamente- Soy su primo... Se encuentra bien?

-Sí, está perfectamente. Evoluciono muy bien por suerte. Pronto podrá irse.

-Puedo verlo?

-Sí, claro. Pero antes quisiera hablar unas palabras con usted... No encontré con quien más hacerlo.

-No hay nadie de la familia? La enfermera dijo...

Kirsten se volvió hacia Danielle y le hizo un evidente gesto de que los dejara solos. La muchacha hizo un gesto de disgusto y se alejó, empujando nuevamente la mesita.

-No, la verdad es que no hay nadie, desde hace... tres días, creo.

-No puede ser...-contesto con asombro- No puedo creer que ni su madre ni su hermana...

-Su madre estuvo aquí. Llego después que lo operamos, no sé bien quien le aviso... y se marchó hace tres días. La verdad no la vi cuando se fue, no tuve oportunidad de hablar con ella. Y usted es el primero de su familia que se presenta desde entonces...

-Yo... estaba de viaje. En un barco, por trabajo. No pude llegar antes, necesite de un helicóptero para que me sacara de ahí, vine tan rápido como pude, apenas me entere...

-Está bien...no se preocupe. Es solo, que en estos casos, es un poco extraño que el paciente este solo, me comprende? No trato de inmiscuirme en sus asuntos familiares, para nada. Pero necesitara de alguna compañía... Ahora y cuando vuelva a casa, necesita que lo acompañen por un tiempo. Y francamente... está solo, y eso tampoco es bueno para su recuperación. Se pone nervioso, se aburre...Anoche le dimos un sedante, porque quería irse... y por un momento me dio la sensación de era muy capaz de hacerlo.