Capítulo 21

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Y entonces, justo frente a ella, la cara del joven pareció cambiar. Parpadeo un par de veces, dejando caer la mano y retrocedió unos pasos, mirando alrededor con aire desorientado.

Se dio la vuelta como si intentara alejarse de Kirsten y antes de que esta pudiera reaccionar, se desplomo, arrastrando una de las sillas y golpeando su cabeza contra el suelo, con un ruido seco.

Kirsten corrió hacia él y agachándose le dio la vuelta y le tomo el pulso, tratando de conservar la calma. Estaba algo acelerado...

"La presión, la presión...", se dijo, mientras salía corriendo hacia su habitación a buscar el maletín y volvía a la carrera.

Se detuvo en seco en mitad de la cocina, mirando el lugar donde lo había dejado. No estaba...

"Qué demonios...", se dijo desconcertada, y entonces un ruido a sus espaldas la hizo volverse rápidamente.

Orlando estaba junto al fregadero, vaciando los platos dentro del bote de la basura, tranquilamente.

-Qué haces?-exclamo incrédula.

-Limpio los trastos... Tienes razón, Susy no tiene por qué encontrarse con esto en la mañana, no cuesta nada.

Después dejo los platos dentro del fregadero y se volvió hacia ella tranquilamente cruzándose de brazos.

-Te lo creíste, verdad?

-Qué?... Lo hiciste a propósito? Fingiste todo eso?

-Fingir no es la palabra...-dijo lentamente y luego echándose hacia delante con una sonrisita irónica, le escupió:- Eso se llama... ac-tuar.

Kirsten tiro el maletín sobre la mesa y abrió los brazos y la boca... y volvió a cerrarlos.

-Estas... demente?!-le grito por fin.

-Porque? Por darte una muestra de mi talento?-le respondió con el mismo tono de sorna.

-Porque te golpeaste la cabeza! Eres idiota?! Te dije expresamente que no debías golpearte, y te sacudes contra el piso, solo para jugar?!

-No estoy jugando! Quería mostrarte que puedo hacerlo bien! Porque te lo creíste... di la verdad! Reconoce que lo hice bien!

Ahora el también gritaba enojado y Kirsten apenas alcanzo a pensar que parecía un chico encaprichado. El problema es que ella estaba furiosa y eso no ayudaba a ninguno de los dos.

-Claro que lo hiciste bien! Hacer el estúpido es lo que haces bien! Como se te ocurre hacer algo semejante? Tomarme el pelo por tu estúpido orgullo? Quien te crees que eres para burlarte de mí?

-Y porque tu si puedes burlarte de mí?! Porque tengo que tolerarlo?!-grito avanzando hacia ella, que instintivamente empezó a retroceder.- Desde que te conozco no haces otra cosa que ridiculizarme, atacarme y desvalorizar todo lo que hago! Con que derecho? Hasta te ríes de mi hombría cada vez que puedes!!-aulló.

-Mira, Bloom...-contesto ella bajando el tono, algo asustada por su descontrol, pero tratando de mantenerse firme.-Si lo que tanto te duele es lo de tu virilidad, lo entiendo, porque lo demás me parece excesivo. Pero entiende que soy doctora. Todos los santos días veo gente desnuda. Eso significa que veo penes de todo tipo, colores y tamaños, así que disculpa si no me siento especialmente emocionada con el tuyo.

-Que...? Qué demonios tiene que ver mi pene con esto?!

Kiki se quedó muda por un instante. Ni sabia porque lo había dicho, se le había salido. "Es cierto! Que tiene que ver su pene? Ay Dios!"

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