Adiós

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Es tarde, es de noche y hace frío.

Es tarde, es de noche y hace frío, y ya no te extraño. Si, es tarde, lo suficiente para pensar con claridad. Si, es de noche, un domingo con día festivo para descansar de los escasos tragos que tome hace poco con una gran compañía.  Si, hace frío, y mi cama sigue vacía y no tengo brazos que me abriguen.

Y con todas estas condiciones, creo que me siento preparada para decirte lo que he pensado respecto a nosotros. Quiero empezar por decir que no hay un nosotros, estás tú, haciéndote el importante y pasando el tiempo pidiendo el amor y el respeto que no das, y estoy yo, buscando en ti lo que merezco y regalándote más de lo que debería darte. El siguiente punto en la lista es el concepto de noviazgo que cada uno tiene, porque esa es la principal diferencia entre ambos.

Yo tengo la certeza de que no vivimos un noviazgo, y eso ya nos da una idea de lo que no es un noviazgo. Un filósofo decía que se puede llegar a conocer un concepto sabiendo con exactitud y precisión lo que no pertenece a ese concepto, es decir, lo que no es ese concepto. Así que un noviazgo no es dejar de hablar por horas y días completos, eternos, ni es morirnos de orgullo ante otra persona. Un noviazgo no es gritar a los cuatro vientos que tienes pareja y no respetarla, ni advertirle a esa persona que eres algo así como los chocolates, completamente irresistible ante las miradas de las o los demás.

Un noviazgo no es lo que vivimos, el verdadero cariño no hace esto, no vivimos en una relación como eso, esto es como una relación a duras penas cordial, y eso si no estamos enojados.

Te preguntarás a qué lugar quiero llegar con todo esto. Y aquí respondo ese interrogante. Creo que luego de este poco tiempo, realmente poco, tuve el gusto y el desencanto de probar, de probarte, en muchos sentidos. Y te agradezco, por todo; por tus palabras, a las que hoy rotulo como " Mentiras comunes", a tus actos que hoy son falsedad pura y descaro, para mi. De verdad gracias, porque entre tantas cosas que aprendí, me demostraste lo que no quiero para mi, no quiero llorar ni sufrir porque no me dan mi espacio, porque no tengo un lugar importante en sus vidas o porque para mi no hay tiempo, no quiero un hombre que me ruegue, quiero que no mendigue, sino que me de razones para quererlo por gusto y no por lástima, no quiero que tenga exceso de tiempo o que por el contrario no le alcance el tiempo, quiero que se ocupe lo necesario, para que tenga tiempo suficiente, quiero que esté conmigo porque quiere, porque me quiere, y no porque tiene vacíos, o busca otras cosas.

En definitiva, no quiero esto. Te quiero, pero a estas alturas prefiero un adiós que dolerá un tiempo y que sea sincero y cariñoso, a una relación vacía y triste, dada por lástima.

Así que, mil gracias, por todo. Espero que realmente encuentres lo que buscas porque estoy segura que no soy yo, y lo que mereces, que sin dudas no soy yo.

Y si aún te lo preguntas, esto es un adiós.


Confesiones de un corazón juvenilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora