Confesiones de un corazón juvenil

Confundida

Quisiera decir que tengo certeza del paso a seguir, como la gente supone que debe ser. La lista de mercado a la que llamamos vida. Sonaba muy sencillo, nacer, crecer un poco, ir al kinder, luego la primaria, después el bachillerato, la universidad, tal vez dos especializaciones, viajar, conocer, casarte, tener una familia, seguir viajando, envejecer y morir de la mano de ese amor eterno. Nadie te dice que hay en medio.
Nadie te cuenta que tienes que ser de cierto modo para encajar, que a veces los niños son crueles, que te van a rechazar un par de veces. Nadie te advierte que tendrás más amores que el que te esperará en un altar o en una ceremonia, que cada amor es distinto, que no siempre querrás a quien te quiere y no siempre te querrá quien quieres; que te enamoraras de alguien, que sentirás más de la cuenta, que tendrás días sin ganas y días con energía.
Olvidan mencionar pequeños detalles como esos.

Nadie me advirtió de encontrarme a alguien que pusiera todo de cabeza, que está lejos de ser un príncipe de Disney o un mal chico como de novela juvenil, que no sería el prototipo de hombre que tenía en mente a los 10 mi el hombre del altar de los 30, que simplemente llegaría a mirarme a los ojos y ser sincero, que su autenticidad me extrañaría y me haría sentir sedienta de conocerle completamente. Qué me enamoraría de forma inmediata, que sus atributos físicos estarían a mi disposición y que su corazón tendría más seguros que la bóveda de un banco extranjero, que sería mi amor de salsas, vallenatos y baladas. Mi primera canción a dedicar y mi primera tusa a anotar, mis primeros tragos a nombre de alguien y mis primeras canciones a recordar.
En fin, eso no me confunde, me confunde qué tal vez me ame como yo a él, que sigo sin entender su autenticidad y que todo en conjunto me enloquece sin aceptar razón.

Me confunde este loco amor que siento, esto que no controlo, con el que he perdido, pero con el que he ganado grandes sonrisas y momentos que no borrare de mi memoria o mi galería fotográfica.

That love, my only one.