Diferente

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Desde hace algún tiempo,todo en el mundo de los negocios y el marketing tiene que ver con la experiencia.
Está palabra se ha vuelto mágica para todos los que aprendemos y vivimos en este mundo, claramente tras bambalinas, pues todos nos vemos afectados de alguna forma por ello.

Y todos los que lograron poner está palabra de moda están en lo cierto, siempre va a ser sobre la experiencia. Por ejemplo, en un restaurante a medio día, nunca va a importar más que tu plato estuviera frío, o que las bebidas no trajeran hielo (sin decir que estos no son componentes esenciales de la experiencia), pero a pesar de esto, si el mesero es atento y gentil; cambia tu plato y trae hielo para tus bebidas y se pone completamente a tu servicio; sin importar lo inconvenientes, la experiencia fue buena.

Lo mismo sucede con los seres humanos (cómo todo lo que se aplica en los campos impactados por las ciencias humanas, pues todo nace allí). Aunque las relaciones humanas no son tan simples como los negocios (que jamás han sido nada simple y sencillo), se pueden definir o delimitar en el mismo patrón : la experiencia como fundamento. Y lo vemos a diario. Y comparamos a diario, como si de restaurantes se tratara.

Entonces vemos que duramos veinte años de amistad con alguien cuyo nombre hoy apenas recordamos y con quién ya ni hablábamos, y aunque es una amistad de años y tiene peso,no tiene comparación con aquella que mantenemos con alguien que conocimos hace pocos años y deja convertido en el aliado perfecto. Y así sucesivamente.

En el campo del amor sucede exactamente igual, hombre y mujeres comparamos tranquilamente experiencias duraderas o furtivas con las de su mismo tipo y sacamos conclusiones.

Yo me he dado a la tarea de hacer una comparación (no tan profunda, debo admitir) porque aunque no lo considero necesario, no habría mejor manera de ilustrar mi punto que con un ejemplo propio y real.
Y entre esta comparación de mi vida ahora y la que tenía hace un año, debo decir que encontré más puntos positivos que por mejorar.
Y, sobre todo, me encontré feliz, tranquila y conforme con lo que tengo, dispuesta a luchar por lo que quiero, con un amor propio que ya no me lo quita nadie (por fin deje mi pelea con las tallas y la comida y he determinado que cualquier cambio será por amor a mí y no por complacencia), con mucho amor para dar a quienes me aman y comparten su vida conmigo. Y también haciendo algo muy especial, amando a una persona de la cual me siento profundamente orgullosa, alguien que con detalles enormes se ha dado a la tarea de conquistarme y de recordarme que a veces yo le aporto algo de brillo al sol; me encontré enamorada de alguien que se ha dedicado a sacarme millones de sonrisas en pocos días y a hacerme soñar con un futuro. Me ha enseñado a darme cuenta que la vida puede tener contratiempos, pero todo siempre será sencillo si voy de su mano. Alguien que definitivamente me enseñó lo que es una experiencia diferente, a todo. Alguien por quien hoy suspiro y por quién daría todo, por quien aposté todo, y con quién lo quiero todo.

Confesiones de un corazón juvenilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora