A veces queremos ser invisibles, otras queremos que apenas nos reconozcan. Pero la realidad es que, como seres humanos sociales buscamos cosas concretas: atención, cariño, amor, reconocimiento. Cosas que no podemos hacer por nosotros mismos.
Si, cada uno debe reconocerse grande, importante, valioso y grandioso; debe amarse y respetarse y demostrárselo a sí mismo con muchas actitudes; pero nada de esto tiene mucho sentido hasta que alguien nota ese esfuerzo y nos reconoce así, como seres vivos humanos que se aman y se respetan y se dan valor.
A veces no nos amamos ni nos reconocemos, no respetamos nuestra integridad ni valoramos lo que somos por fuera y por dentro, y realmente buscamos que también alguien lo sepa y nos dé el auxilio .
Siempre esperamos que lo hacemos sea reconocido, aunque muchos nieguen que lo hacen, es una cualidad.
Aunque también, siempre llega un momento en el que la historia repetitiva de la atención se parte en dos, y debemos entender que no tenemos que esperar recibir aquello que no va a llegar, porque así como estamos diseñados para en teoría ser producto de lo que piensan de nosotros, estamos diseñados también para no decir realmente lo que pensamos y tener capas y corazas para hablar y sentir.
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Confesiones de un corazón juvenil
Non-FictionVivencias, dolores, risas, pero más que nada, amor e inspiración.