" -No tengo idea de dónde estoy, además de que siento que estar en vestido es muy elegante y esto no parece una fiesta, y escuchar mi voz en off no es normal. En fin, ya estoy aquí. Hay algo más adelante, como una sombra... No debería pero supongo que no tengo nada que perder-
-Hey, hola?-
-Me encontraste-
-No sabía que te escondías aquí-
-Ahora sabes que siempre he estado contigo-
-Eso veo... Pero no te pareces a ti, eres ... Diferente-
-Porque no soy yo, soy lo que quedó en ti-
-Tiene sentido, sé que si fueras tú, el real, no habrías accedido a esto. Pero no quiero que hables. Si solo tenemos esto y solo queda estar así prefiero no gastar el tiempo hablando-
-¿Y no tienes dudas?-
-Todas las que quieras, pero sé que no responderias algo real, solo dirias lo que quiero oír y no me gusta asi-
-Eso no es cierto, se te olvida que a pesar de no ser el real si queda una parte de él aquí, y si me conociste sabes que no te diría nada por compromiso-
-Eso es cierto... Está bien, pero vamos a otro lugar-
-¿Qué te parece si nos hacemos bajo ese árbol de alli?-
-(No entiendo cómo llegamos aquí y me asusta) Ehm... No , mejor no-
-Esta bien, pensé que te gustaría tanto como el primer día. Pero si quieres podemos hacernos allí, cómo el último buen día que tuvimos-
-Es tu cama... ¿Aún lo recuerdas?-
-Recuerdo que traías ese gorro rojo que solías usar y recuerdo que pertenecían a alguien también-
-¿Qué tal si nos hacemos en un lugar neutral?-
-Esta bien, tú escoge. Solo imaginalo-
(Pensé en mil lugares y solo se me ocurrió ubicarnos en unos, la terraza de su edificio. Tenía algo especial como el hecho de no haber podido ingresar, era tan prohibida cómo nosotros, cómo todo esto)
-Ok. Conozco este lugar, entonces... Pregunta.-
-¿Por qué te alejaste?-
-Yo no me alejé. Tú te fuiste y sentí que no debía detenerte más. Ya tenía que terminar-
-¿Y alguna vez sentiste algo?-
-Sabes que así fue. Si sentí algo. Pero siempre supe que no era para ti. Y qué no eras para mí. ¿Por qué nunca me dejaste explicarte?-
-Porque jamás me iba a gustar saber porqué no sucedió. Porque entregué lo que era y lo que tenía a amarte y aún trato de aprender a vivir amándote de lejos sin saber de ti. ¿Por qué tenía que terminar ahí?-
-Yo tampoco entendí la razón, y aún no la entiendo. Tengo que irme-
-No, espera. ¿Qué sucede? ¿Por qué debes irte?-
-Tengo que dejarte. Jamás olvides que te quise, que te quiero; y qué si fuiste importante, que eres importante.-"
Desperté asustada, ese final fue lo que me reveló que mi subconsciente me estaba engañando. No habría razón en el mundo real para que él hiciera eso, para que dijera que me quería.
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Confesiones de un corazón juvenil
Non-FictionVivencias, dolores, risas, pero más que nada, amor e inspiración.