Estaba con él y todo era distinto, más colores, más luz, todo era más bonito estando con él.
Teníamos tanto en común, lo teníamos todo.
Nos teníamos los dos y eso lo era todo
Aunque debería ser más fiel a la verdad.
Perdón, no teníamos tanto.
No nos teníamos los dos. Más bien él me tenía a mí, cómo, cuándo, dónde y para lo que quisiera. Pero yo a él no lo tenía.
Lo único que no teníamos en común era ese amor loco que sentía por él.
Básicamente, lo único que nos separaba era un pequeñísimo detalle: que él no sentía por mi ni la mitad de lo que yo sentía por él.
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Confesiones de un corazón juvenil
NonfiksiVivencias, dolores, risas, pero más que nada, amor e inspiración.