Simplemente quiero confesar que aunque lo niego mil veces, sigo creyendo en la ilusión.
Sigo creyendo que algún día llegará ese alguien que me verá directo a los ojos y pausará el tiempo, y mientras me mira , yo sentiré agradecimiento de estar ahí, viendo su alma, y en ese instante ambos sentiremos que el resto no importa, que el mundo es nuestro; sentiremos que lo encontramos, todo lo que queríamos encontrar está ahí, en los ojos que nos miran directo, en esa mirada eterna, y una sonrisa sellará la promesa de que ahí está todo y de que vamos por mucho más, juntos.
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Confesiones de un corazón juvenil
Non-FictionVivencias, dolores, risas, pero más que nada, amor e inspiración.